Extracción de amígdalas en adultos

27/11/2019
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Extracción de amígdalas en adultos

Las amígdalas son una defensa frente a los agentes patógenos que penetran por vía bucal, pero cuando se inflaman, puede ser necesaria una cirugía para sacarlas. En los adultos es poco común, incluso, menos de un 10% de estas cirugías se hace en mayores de 18 años.

En el tramo nasofaríngeo, al fondo del paladar, se ubican estas formaciones de tejido linfático que cumplen una función inmunológica al producir inmunoglobulinas. Sin embargo, muchas veces las infecciones se dan en las propias amígdalas, lo que hace que éstas se inflamen, enrojezcan y duelan y se forme un cuadro de amigdalitis. Se da justamente como una reacción frente a gérmenes patógenos, pero también pueden inflamarse por causas inmunológicas y otras de origen desconocido.

Cada uno de estos eventos se puede solucionar con fármacos, pero a veces hay que recurrir a su extracción, que se hace habitualmente en niños de entre dos y siete años, etapa en la que se produce el mayor desarrollo de tejido amigdaliano y de su actividad inmunológica. Luego, la frecuencia de amigdalitis va decayendo con la edad, hasta hacerse infrecuente en la adultez. Esta "normalidad" de la infancia, se hace anecdótica en los adultos, que en casos graves deben someterse a la cirugía, a pesar de tener el tejido linfático más desarrollado y de responder con mayor rapidez a las infecciones.

"La necesidad de hacer una amigdalectomía en adultos se debe generalmente, a una amigdalitis crónica en adultos jóvenes o a problemas de pacientes roncadores que sufren de apnea de sueño por hipertrofias de las amígdalas, lo que es más habitual en hombres de entre 30 y 50 años", explica el doctor José Abiuso, otorrinolaringólogo de Clínica Alemana.

¿Cuándo se opta por la cirugía?

Los episodios de amigdalitis crónica en adultos son mal tolerados, evolucionan con fiebre, compromiso del estado general y mucho dolor, lo que significa un problema en su calidad de vida si estos cuadros se repiten con frecuencia. Por eso, se decide sacar las amígdalas.

Dentro de las razones que llevan a una cirugía, la más importante es que al inflamarse, las amígdalas interfieran en la respiración por un crecimiento excesivo y provoquen apnea del sueño. El especialista asegura que es la principal causa de intervenciones en niños de entre dos y cinco años, mientras que en adultos, es más común en hombres de entre 30 y 50 años que sufren trastornos obstructivos del sueño.

Otros motivos son que la amigdalitis provoque convulsiones febriles, que haya infecciones recurrentes (más de tres o cuatro al año), dolores de garganta repetidos, halitosis (que sea un problema para el paciente), presencia de abscesos periamigdalianos y dificultad para tragar. Además, se llega a una intervención quirúrgica cuando los fármacos administrados tampoco han sido efectivos.

Para la operación se debe hacer un ayuno de ocho horas y se realiza con anestesia general. Su duración es de menos de una hora y no se hacen incisiones en la piel porque las amígdalas se sacan por la boca. El método es realizar pequeños cortes para sacarlas y cauterizar los vasos sanguíneos correspondientes.

A diferencia de los niños, la cirugía es más difícil de efectuar en adultos porque puede presentar más sangramiento y dolor postoperatorio. Pero si el paciente es operado en la mañana y no se presentan hemorragias, debería ser dado de alta esa misma tarde y tendrá que seguir un tratamiento de antibióticos y analgésicos para el dolor. Después de una semana, los niños pueden volver al colegio, pero los adultos pueden regresar al trabajo recién a los diez días.

Aproximadamente, a los siete días de realizada la cirugía, se desprende del paladar una escara que cubre la zona intervenida, lo que podría producir un poco de sangramiento, pero después de una semana más, el sector debería haber cicatrizado completamente.

Otra molestia postoperatoria puede ser el dolor al tragar (que puede irradiarse al oído) y, para evitarlo, se recomienda no ingerir alimentos que raspen la garganta (galletas, por ejemplo) y seguir una dieta blanda fría hasta el tercer día (como papillas, helados, jaleas y yogures), continuar con comidas blandas tibias (sopas, tallarines, pan blando) y al décimo día, volver a la dieta normal. Además, hay que hacer reposo relativo (sin actividad física) por dos semanas y no realizar higiene dental en la parte posterior de la boca.

¿Se sacan completamente? De no ser así, ¿puede volver a haber amigdalitis? 

Si llegan a quedar residuos del tejido amigdaliano (lo que no es infrecuente), normalmente no significa ningún problema, pero en algunos pacientes estos restos de tejido se infectan dando cuadros parecidos a una amigdalitis.

¿Al sacarlas se ven afectadas las defensas del organismo?

La extirpación de las amígdalas no significa un menoscabo de la función protectora que ellas tienen, ya que ésta es reemplazada por todo el tejido linfático existente en la mucosa faríngea.

¿Hay nuevas técnicas para extirpar las amígdalas?

Existen técnicas diversas y novedosas para efectuar una amigdalectomía, como láser y radiofrecuencia, entre otras, pero la técnica clásica -que consiste en la extirpación completa del tejido amigdaliano- es tan simple y segura que en definitiva es la que usan la mayoría de los cirujanos.

Servicio de Otorrinolaringología.


Esta información es meramente informativa y no sustituye la opinión de un profesional de salud. Ante cualquier síntoma o molestia, te recomendamos consultar con tu médico. Además, ten en cuenta que, debido a la naturaleza cambiante de los temas tratados en este artículo, algunos conceptos pueden sufrir modificaciones desde la fecha original de la publicación.
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