Alergia al maní: un problema frecuente en niños

04/08/2014
2 min lectura
Alergia al maní: un problema frecuente en niños

En el mundo, las alergias alimentarias afectan alrededor del 2 a 6% de los niños e, internacionalmente, se ha visto que van en aumento. Dentro de este grupo, la alergia al maní es una de las más comunes en pequeños mayores de tres años, aunque también se da en adultos.

 

La doctora Ana María Agar, inmunóloga de Clínica Alemana, explica que esta se incrementó en los últimos 40 años, tanto en Estados Unidos como en Europa, probablemente por un mayor uso del producto en las comidas.

 

En la práctica, el maní o cacahuate -como es llamado en algunos países- es considerado dentro del grupo de los frutos secos, sin embargo, desde el punto de vista botánico, es más bien un vegetal emparentado con las legumbres.

 

La especialista explica que la alergia a este alimento es grave. Sus manifestaciones pueden ir desde urticaria (ronchas), dolor abdominal y diarrea, hasta compromiso respiratorio y shock anafiláctico. Por eso -agrega- es muy importante que si una persona ha tenido algún tipo de síntoma al comer maní, consulte a un especialista para que mediante exámenes determine si es alérgico.

 

Además, destaca que no solo la ingesta puede ser nociva sino también besar a alguien que comió esta leguminosa o inhalar sus partículas en el aire. “Por eso se logró, a nivel mundial, que las aerolíneas sacaran los snacks con maní de sus menús, ya que cualquier persona alérgica dentro del avión podía sufrir un shock anafiláctico”, explica.

 

Esta alergia persiste en el tiempo; es muy raro que alguien se desensibilice solo. El único tratamiento efectivo es evitar comerlo.

En este sentido, la doctora Agar advierte que hay que tener cuidado con la ingesta accidental de este producto, ya que muchas personas consumen ciertas preparaciones sin saber que es parte de sus ingredientes. Esto es especialmente importante en la actualidad, ya que está muy de moda cocinar con maní o aceite de maní. “Antes de pedir en un restaurante, es fundamental preguntar si el plato contiene este elemento”, indica. Asimismo, destaca que la alergia a esta leguminosa se incrementa al tostarla.

 

Otra medida importante que deben considerar las personas alérgicas a este o a cualquier otro alimento, es portar un autoinyector de adrenalina cuando salen. De esta forma, si sufren una ingesta accidental, estarán preparadas para manejar un shock anafiláctico.

 

Reacciones cruzadas con otros frutos secos
La doctora Agar explica que el 37% de los pacientes que son alérgicos al maní lo son también a otros frutos secos; a esto se denomina alergias o reacciones cruzadas. La asociación más frecuente es maní, nueces, avellana y coco.

 

Aunque es menos común, también hay que considerar como potenciales alérgenos (sustancias que producen alergia) a otros alimentos de este grupo, como almendras, nueces, avellanas (que están en muchos chocolates), pistachos, castañas de cajú, coco, piñones, pinoles (que a veces le ponen al pesto), entre otros. En estos casos, las manifestaciones son similares a las descritas con el maní.

 

 

Como las asociaciones o reacciones cruzadas son habituales en este tipo de alimentos, es muy importante que al momento de realizar el examen para identificar a qué se es alérgico, se estudien todos los frutos secos, no solo algunos.

 

Hay que tener presente que las alergias suelen ser hereditarias. En general, si se tiene un padre alérgico, la probabilidad de ser alérgico es de 40%, si ambos son alérgicos, el riesgo es de 70 a 75%. Sin embargo, hay que aclarar que no necesariamente se hereda el mismo tipo de la alergia, porque lo que se transmite de una generación a otra es la predisposición genética a ser alérgico, independiente del alérgeno.

 

 

“Por eso es importante que cuando un alérgico vea alguna manifestación de este tipo en sus hijos, los lleve al especialista para realizar los exámenes pertinentes”, concluye la inmunóloga.


Servicio de Alergia e Inmunología


Esta información es meramente informativa y no sustituye la opinión de un profesional de salud. Ante cualquier síntoma o molestia, te recomendamos consultar con tu médico. Además, ten en cuenta que, debido a la naturaleza cambiante de los temas tratados en este artículo, algunos conceptos pueden sufrir modificaciones desde la fecha original de la publicación.
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