En la práctica del running, la calle es protagonista. Muchos deportistas utilizan el asfalto o cemento de la vereda como pista de entrenamiento, pero existen ciertos cuidados que es fundamental tener en cuenta cuando se corre en superficies duras.
Lo primero es asegurarse de usar un buen calzado. Las zapatillas deben ser cómodas, idealmente medio número más grande del habitual, eso evita traumas en las uñas de los pies; buscar buena amortiguación y que vayan de acuerdo al tipo de pisada del deportista: neutra, pronadora (mayor apoyo en la zona interna del pie) o supinadora (mayor apoyo en la zona externa de la extremidad). Siempre se debe evitar la zapatilla muy rígida o con mucha altura en la parte del talón.
Dentro de las principales consideraciones al trotar en la calle, el doctor Gonzalo Fernández, deportólogo, recomienda:
- Realizar un chequeo médico deportivo preventivo para evaluar el estado de salud de la persona. Lo anterior es aún más relevante si la persona ha sido sedentaria por largo tiempo.
- Buscar rutas que combinen distintos tipos de superficies. Idealmente, las que produzcan menos impacto al aparato locomotor, sobre todo si el entrenamiento es largo. La tierra, el maicillo y el pasto son buenas alternativas para evitar una lesión, siempre y cuando estas superficies sean parejas, para evitar una lesión.
- Tratar de variar el circuito, porque la calle tiene ciertos declives o pendientes que pueden producir lesiones.
- Evitar bajadas muy pronunciadas, ya que el impacto del cemento es muy alto en las extremidades inferiores.
- Complementar el trabajo aeróbico del running con ejercicios de fortalecimiento muscular.
- Evitar los horarios de mayor temperatura, ya que el concreto irradia más calor y radiación UV, lo que puede afectar el nivel de hidratación corporal y la piel del deportista.
- En términos de seguridad, si se trota de noche, es importante hacerlo acompañado y por rutas conocidas. Idealmente, se debe utilizar ropa reflectante.
El especialista agrega que hay lesiones previas que impiden correr en la calle o superficies duras como las articulares degenerativas. Si se sufre de artrosis (rodilla, columna lumbar o caderas), es recomendable optar por ejercicios de menor impacto, como ciclismo o natación.