Atención después de los 40

La patología inicialmente es asintomática, sin embargo, puede descubrirse en relación a alzas de presión y síntomas de insuficiencia renal como decaimiento, náuseas, anemia, vómitos, somnolencia y micción nocturna.

Por Clinica Alemana feb. 3, 2004, 16:44

Angustia es lo primero que sienten las personas cuando el médico les dice que tienen quistes en el riñón, ya que de inmediato lo asocian con cáncer. Sin embargo, es importante destacar que existen distintos tipos de quistes y que la mayoría de ellos son benignos.

El nefrólogo de Clínica Alemana, doctor Arturo Ayala, explica que más del 30% de los individuos sobre 40 años tienen quistes simples en los riñones. 'Estas lesiones se caracterizan porque son benignas, no afectan la función renal y por esto se puede vivir tranquilamente con ellos'.

Estos quistes pueden aparecer en uno o ambos riñones y generalmente el sujeto recién detecta su presencia cuando se realiza estudios ecotomográficos por otras causas. Como no producen problemas en la salud, no es necesario extraerlos o intervenirlos, salvo en casos excepcionales en que son demasiado grandes y producen molestias.

Riñón poliquístico

Ahora bien, también se pueden presentar otro tipo de patologías debido a la presencia de quistes en el riñón. Entre éstas, el especialista destaca la enfermedad renal poliquística del adulto, la cual. es congénita y se produce por un defecto cromosómico, hereditario dominante. Es decir, afecta al 50% de los descendientes de padre o madre con este mal.

'En estos casos los riñones se van llenando de quistes y se distorsiona completamente la arquitectura de los órganos. Esto sucede, ya que pueden crecer enormemente y, a veces ocupar prácticamente todo el abdomen', recalca.

Esta enfermedad afecta a uno de cada mil individuos y es causa fundamental de insuficiencia renal crónica. 'Aproximadamente el 5% de las personas que están en programas de trasplante renal y diálisis tienen este antecedente'.

La patología inicialmente es asintomática, sin embargo, puede descubrirse en relación a alzas de presión y síntomas de insuficiencia renal como decaimiento, náuseas, anemia, vómitos, somnolencia y micción nocturna. Puede haber sangramiento en la orina si los quistes se rompen y, si aumentan demasiado de tamaño, pueden generar dolor en la espalda.

El nefrólogo señala que a veces es difícil saber si los niños portan esta enfermedad. No obstante, a medida que van creciendo, esta patología se hace cada vez más evidente. 'A partir de los 25 o 30 años, es posible hacer el diagnóstico ecográficamente'.

Como no se puede impedir la formación de los quistes ni extirparlos, el tratamiento es principalmente para disminuir los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

De esta forma, la hipertensión arterial debe ser tratada oportunamente con una dieta adecuada y utilizando los medicamentos correspondientes.