Cuando los músculos pierden su fuerza

La miastenia grave es una patología que se caracteriza por la debilidad de los músculos, la cual puede ser tratado sólo el mecanismo de la enfermedad ya que su causa original se desconoce.

Por Clinica Alemana feb. 6, 2004, 10:42

Caída de párpados, dificultad para hablar, sonreír, toser, tragar o, incluso, problemas para subir escaleras y levantar objetos, son algunos de los síntomas de la miastenia grave.

Mario Campero, neurólogo de Clínica Alemana, explica que esta enfermedad se caracteriza por una debilidad de los músculos que se presenta de manera fluctuante, es decir, mejora con el descanso y empeora con la actividad en minutos u horas.

'El organismo origina anticuerpos que interactúan con los receptores de acetilcolina, el transmisor que es liberado por los terminales nerviosos en los músculos y que permite su contracción. Estos anticuerpos, que normalmente tienen la función de reconocer sustancias extrañas, a veces también interactúan con el propio organismo', dice el especialista.

Esta patología se manifiesta habitualmente en los músculos más cercanos a la cintura pelviana o a las escápulas, así como en la musculatura de la cara. En estas condiciones la persona sufre de una severa fatiga, manifestada en la dificultad para levantar objetos, deglutir, realizar gestos faciales y, en casos severos, hasta respirar.

El especialista añade que la miastenia grave se presenta principalmente en mujeres en edad fértil y en hombres mayores de 60 años. Sin embargo, recalca que es una enfermedad poco frecuente, ya que afecta a una de cada 100 mil personas, aproximadamente.

¿Cuáles son los tratamientos?

El neurólogo explica que para tratarla se debe controlar el sistema inmunológico utilizando corticoides e inmunosupresores, que son drogas que disminuyen la actividad o el número de glóbulos blancos.

Destaca que si el paciente presenta una crisis en la que ya se ven afectados los músculos respiratorios, la sangre debe limpiarse de anticuerpos a través de un procedimiento que se denomina plasmapelesis o bien inyectando inmunoglobulina en concentraciones altas.

Asimismo, señala que también es rutinario el uso de drogas que aumentan la cantidad de acetilcolina. Sin embargo, 'cuando la enfermedad tiene una evolución corta (menos de dos años) se recomienda extraer el timo, que pareciera ser uno de los estímulos que gatillan la producción de anticuerpos. Cuando éste se extirpa parece haber una probabilidad mayor de curar el mal, pero esto aún no está comprobado', aclara.

El doctor advierte que si bien estos tratamientos mejoran mucho la sintomatología del paciente, el problema es que poseen diversos efectos secundarios y tratan 'sólo el mecanismo de la enfermedad y no la causa, ya que no se sabe muy bien cuál es'.