Los beneficios del ocio

Explicación de cómo el ocio nos entrega beneficios a través de la realización de diferentes actividades.

Por Clinica Alemana ene. 28, 2006, 11:41

El día a día ofrece una gran cantidad de posibilidades que favorecen el desarrollo personal y social, pero que muchas veces pasan desapercibidas. Sin embargo, los días feriados son un tiempo especial para dedicar atención a aquellas cosas que brindan energía, esparcimiento y una vigorosa sensación de libertad.

Solange Anuch, psicóloga de Clínica Alemana, explica que el ocio es un derecho natural necesario para el sano desarrollo del ser humano. 'Ocio se entiende como tiempo personal para recrearse, esto es re-hacer la vida en un tiempo limitado donde la rutina, actividad y laboriosidad habitual es inútil'.

El objetivo del ocio es lograr nacer a pequeños tiempos de libertad donde crear, explorar, jugar, imaginar, vivir y revivir los propios sueños, o viajar a una nueva realidad o a la fantasía, son fuentes de crecimiento.

Disfrutar de 'no hacer la rutina, no hacer lo habitual', invita a deshacerse de los patrones cotidianos, de la rigidez y la urgencia por producir, rendir, ganar, trabajar y cumplir las metas asignadas.

La especialista recomienda 'visualizar el tiempo de ocio como libertad ganada, legítima y necesaria para el propio desarrollo, tiempo que nos atrae al encuentro de un nuevo espacio para reencontrarnos con lo más cercano, original y novedoso que somos nosotros mismos, nuestros anhelos, necesidades e ideales'.

El ocio se manifiesta en diversas actividades, tales como cultura, turismo, deporte y recreación y puede definirse desde diversas dimensiones, ya sea creativa, lúdica, festiva, ecológica, solidaria y terapéutica, entre otras.

La especialista indica que para lograr la desconexión se debe tomar distancia de los imperativos del día a día, liberarse de los automatismos y controles a los que se somete la conducta. Visitar un tiempo y espacio indeterminado que no implica itinerarios fijos, actividades obligadas o predefinidas como de recreación para feriados y vacaciones. El tiempo libre es un tema personal y familiar que supera la publicidad y el marketing.

'Es necesario entender que como seres humanos buscamos estímulos que nos reparan y permiten seguir con nuestras tareas. Saber que existirá un momento para poder inventarnos la felicidad, repasar momentos de goce, ahondar en nuestra historia, caminar hacia nuevos sueños, es una invitación a la que podríamos dejarnos llevar', explica Solange Anuch.

Los beneficios del ocio, consecuencia de las experiencias gratificantes vividas por la persona, tienen una repercusión positiva tanto a nivel personal como en el entorno familiar y social, por lo que es muy importante para el desarrollo humano.

Asimismo, la psicóloga explica que 'a través del ocio, los seres humanos logramos renovarnos, repararnos, recuperar energía que ya no obtenemos de aquello que hacemos diariamente. Buscar nuevas fuentes de energía para nutrirnos es parte del invento del tiempo de ocio, dejar que la mente camine y se dirija libremente hacia aquello que le atrae, silenciando el ruido del hábito y la exigencia'.

Concretamente, esto se traduce muchas veces en deportes, viajes, visitas familiares, retiros espirituales, talleres de danza, poesía, pintura u otra expresión artística, aventuras ecológicas, aproximación al entorno cultural histórico, encuentros solidarios y búsqueda de nuevos amigos, entre otras cosas.

Según la psicóloga, los beneficios del ocio se concretan en todos los niveles de la vida. A nivel psicofisiológico, el ocio reduce y previene la hipertensión, beneficia el sistema cardiovascular, mejora el funcionamiento neuropsicológico, reduce el estrés y las enfermedades asociadas, incrementa las expectativas de vida y mejora el sistema inmunológico, con lo que se reduce la incidencia de enfermedades.

En tanto, a nivel social y cultural, estimula el fortalecimiento de redes sociales, reduce la sensación se aislamiento y alienación, incrementando el sentido de pertenencia y satisfacción comunitaria. Es una oportunidad de vinculación, cohesión, cooperación social y familiar. Restaura la sensibilidad y conocimiento del medioambiente, la cultura, el arte y la espiritualidad. Además, promueve procesos de socialización, lo que beneficia el desarrollo del niño.

Por último, a nivel económico, reduce los gastos en salud e incrementa la productividad.