Todo lo que hay que saber de la glándula mamaria

Enfermedades relacionadas a la glándula mamaria

Por Clinica Alemana may. 22, 2008, 20:00

La glándula mamaria es una glándula sudorípara modificada, ubicada entre la segunda y sexta costilla de la región pectoral, y cuya función fundamental es la producción de leche.

Tiene su desarrollo embrionario a través de la línea de la mama que va desde la zona axilar hasta la inguinal, lo que es común en todos los mamíferos. Su evolución está influenciada por cambios hormonales que ocurren a través de la vida: primero por los estrógenos maternos, de la glándula suprarrenal en edad prepuberal, y por los estrógenos y progesterona provenientes de los ovarios en la menarquia o regla, hasta convertirse en una glándula adulta.

No existe una normalidad de tamaño, pero en un desarrollo habitual debería medir entre 100 y 150 cc de volumen. Sin embargo, puede haber un crecimiento desmedido, más de 500 cc, lo que se denomina gigantomastia o hipertrofia mamaria.

Lo normal es que se desarrollen dos glándulas mamarias. Sin embargo, muchas veces se producen malformaciones o alteraciones que pueden traer como consecuencia mamas ectópicas o accesorias, o bien, pezones adicionales.

Normalmente, esta glándula no se desarrolla en los hombres, quienes sólo tienen areola y pezón, sin función hormonal. Sin embargo, esto puede ocurrir, en cuyo caso se denomina ginecomastia. En estos pacientes el riesgo de desarrollar patologías relacionadas con esta glándula es el mismo que en la mujer, incluso, es posible que se produzca un cáncer de mama.

¿Cuáles son las principales enfermedades asociadas a la glándula mamaria?

Se pueden dividir en tres grandes grupos: alteraciones del desarrollo, patologías benignas, y malignas o cáncer de mama.

1.- Alteraciones del desarrollo
Amastia: Ausencia de mama.
Polimastia: Presencia de más glándulas mamarias. La más frecuente es la mama axilar, patología que en la mujer produce mucha molestia, sobre todo, cuando queda embarazada y en el periodo de la lactancia.

Politelia: Presencia de pezones ectópicos a lo largo de la línea de la leche. Es muy frecuente, sobre todo en el hombre.

Mamas tuberosas: Pechos con una prolongación, de base estrecha y una areola muy grande. Se trata de una malformación con bajo riesgo de desarrollar otras patologías, más bien es un problema estético y de función. Estos casos requieren de reparación quirúrgica.

Ginecomastia: Presencia de glándula mamaria en el hombre, como en la mujer. La incidencia es poco frecuente, pero durante la adolescencia se puede dar hasta en un 10%, debido a los cambios hormonales, aunque después desaparece.

2.- Patologías benignas
Tumores benignos: Los más comunes son los fibroadenomas, con alrededor de un 15% de incidencia. Normalmente, se desarrollan en la adolescencia de la mujer y pueden ser múltiples. Para saber si es necesario extirparlos se evalúa el tamaño, la ubicación, las molestias de la paciente y la evolución en el tiempo. En el 20% de las mujeres, éstos pueden ser bilaterales y múltiples, lo que requiere control médico habitual.

No se ha comprobado una causa que explique la presencia de fibroadenomas.

Tumores filodes: Si bien se trata de nódulos benignos, tienen potencial de malignizarse debido a que son de crecimiento rápido y pueden invadir localmente a la glándula mamaria. Generalmente, se desarrollan en etapas más tardías de la mujer, desde los 40 años.

Mastalgia o dolor mamario: Es un dolor muy intenso y molesto, premenstrual e intramenstrual, cuyo tratamiento es médico. No se asocia al cáncer de mama, y hay que diferenciarlo de los dolores de la zona pectoral.

3.- Patología maligna o cáncer de mama

En Chile, se dice que una de cada 14 mujeres va a desarrollar cáncer de mama a lo largo de su vida, por lo que constituye una de las patologías más relevantes debido a la alta tasa de incidencia y mortalidad.

La única prevención primaria es el diagnóstico precoz, por lo que es importante que la paciente realice exámenes cuando corresponda por edad o indicación médica.

Con el tiempo se ha comprobado que el autoexamen ya no es un método efectivo de prevención, dado que si la mujer se palpa un nódulo es porque éste ya mide más de un centímetro. Por eso es importante que todas las mujeres acudan a controles habituales con su ginecólogo o mastólogo.

Factores de riesgo

Riesgo hormonal: Mientras más expuesta esté la glándula mamaria a los estrógenos naturales o artificiales, más riesgo tendría de desarrollar cáncer. Por lo tanto, si la mujer tuvo la regla muy pequeña y la menopausia muy tardía, no ha tenido embarazos ni lactancia, está más expuesta.

Factores ambientales: Una dieta rica en grasas, consumir alcohol y fumar pueden aumentar los riesgos. Además, el sexo de la persona y su edad también son determinantes, ya que si se es mujer y se tiene más de 50 años, existen más probabilidades de desarrollar cáncer de mama.

Antecedentes hereditarios: Tener antecedentes de familiares directos con cáncer de mama aumenta los riesgos, así como haber padecido esta enfermedad, ya que en estos casos las posibilidades de desarrollarla en la otra glándula mamaria crecen de 17 a 19 veces, por lo que debe controlarse habitualmente.

¿Cuándo hacerse la mamografía?

Si no hay factores de riesgo, es aconsejable a partir de los 40 años, una vez al año. Con antecedentes de cáncer de mama, generalmente, se aconseja realizarla diez años antes de la edad en que tuvo cáncer la paciente más joven de la familia.