Francisca Cifuentes y el accidente que casi la deja tetrapléjica

Relato de una sobreviviente de accidente automovilístico quién estuvo a punto de quedar tetrapléjica.

Por Clinica Alemana feb. 13, 2010, 15:26

Después de cuatro giros completos, el auto cayó por un barranco de siete metros con Francisca al volante. Absolutamente consciente, ella salió de la cabina, subió por el despeñadero y llamó a su familia. Se sentía bien, excepto por un dedo de su mano izquierda que colgaba de un hilo de piel. Nadie se habría imaginado que esta joven diseñadora de vestuario tenía fracturadas cuatro vértebras de su columna y que un solo movimiento equivocado podía ser fatal.

Hoy, a poco más de un año del accidente, Francisca Cifuentes -Pinky para sus cercanos- recuerda que ese 20 de febrero de 2009 iba camino a Maitencillo, cuando al adelantar a un escarabajo, perdió el control de su auto. A los pocos minutos llegaron la ambulancia y sus padres, que se encontraban de vacaciones en el sector.

El diagnóstico definitivo lo recibió varias horas después, en un centro médico de la V región. 'El neurocirujano vio la radiografía, y nos dijo: 'Tienes cuatro vértebras quebradas, lo que significa que estás en peligro de muerte y con riesgo de quedar tetrapléjica'. En ese momento mi papá se desmayó y a mi mamá se le fue la voz. Era extraño, porque yo me sentía bien, ni siquiera tenía dolor', asegura.

En ese instante se tomó la decisión de trasladarla a Clínica Alemana. Ahí, Francisca empezó otro viaje, uno bastante más difícil, que requirió de toda su fortaleza física y mental.

Ponerse de pie

En sólo cuatro días, fue sometida a tres cirugías, cada una de nueve horas, en las que volvieron a fijar su columna utilizando tornillos y placas de titanio. 'Para la tercera operación yo estaba cansada, llena de drenajes, no podía más. Los doctores les decían a mis papás que recién después de la última cirugía se sabría si quedaría con secuelas neurológicas', cuenta.

El neurocirujano a cargo, el doctor Rodrigo Vallejo, explica que Francisca tuvo una luxación de columna, con compromiso de dos vertebras dorsales y dos cervicales. 'En estos pacientes lo más habitual es que haya lesiones medulares con secuelas motoras parciales, como problemas en el movimiento de una extremidad, o totales, como una tetraplejia. Sin embargo, esto no ocurrió en este caso, ella no tuvo daño neurológico', explica el especialista.

Dos días después de la tercera operación, Francisca inició la rehabilitación y fue rápidamente mostrando avances hasta caminar sin problemas. 'Me bautizaron 'Milagro', nadie lo podía creer', recuerda. Su buen estado físico fue clave en la recuperación, gracias a ocho años de yoga y a la afición por escalar.

Después de 18 días hospitalizada y de una cuarta operación para reconstruir su dedo fracturado, fue dada de alta. 'Todos se portaron un siete conmigo, mi doctor, los kinesiólogos y las enfermeras. Estoy súper agradecida de ellos y también del Convenio Vivir Seguro, sin ese apoyo, no sé que habría hecho', cuenta.

Durante su convalecencia, Francisca se quedó en la casa de sus papás y siguió yendo a la Clínica a kinesiterapia. Al mes volvió a vivir sola en su departamento y a los dos meses regresó al trabajo. Pero eso no fue todo, en forma paralela, retomó el yoga y comenzó a escalar otra vez, con cuello ortopédico incluido.

'Hoy tengo una vida completamente normal. Sólo hay algunas diferencias... por ejemplo, con el frío, me duele un poco la espalda por lo fierros y, en yoga, hay algunos movimientos que no puedo hacer porque mi columna está más rígida. Sin embargo, he tomado esto como una oportunidad. Ahora tengo más claras las cosas que debo hacer y quiénes son las personas que están conmigo. En esto, el apoyo de mi familia y amigos ha sido fundamental. Al parecer 'alguien' todavía me quiere acá abajo, aún no es momento de irme', concluye.

Servicio de Neurocirugía
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