Me acaban de decir que tengo sobrepeso

Por Clinica Alemana jun. 21, 2010, 20:00

Los partidos del Mundial de Fútbol son sinónimo de asados y éstos, de aumento de peso. Ante la posibilidad de dejar esta rutina futbolística de lado, muchos hombres dicen que no importa porque: 'estoy un poco gordito solamente', 'tuve un día muy difícil y quiero comer algo rico' o 'da lo mismo que un hombre esté con sobrepeso, frases comunes en la población masculina con evidente exceso de kilos.

 

Esta distorsión de la realidad ha permitido que un 43% de los hombres chilenos tenga sobrepeso y un 19%, obesidad, según la 'Primera Encuesta de Salud, Chile 2003' del Ministerio de Salud. A esto se suma el gran nivel de sedentarismo que llega a 89,4% en la población nacional, y a 87,9% en varones.

 

Los especialistas coinciden en que revertir estos resultados es fundamental. Para ello, los hombres tienen que tomar conciencia de cómo estos factores afectan su salud. La doctora Jennifer Humphreys, nutrióloga del Programa Vivir Liviano de Clínica Alemana, explica cómo es el sobrepeso en los hombres y qué pueden hacer al respecto.

 

¿Cuál es el principal riesgo que conlleva la obesidad?
El temido síndrome metabólico que se asocia a diabetes, hígado graso (pudiendo llegar incluso a la cirrosis no alcohólica), colesterol alto (con probabilidad de accidentes vasculares, como infartos al miocardio o accidentes cerebrales) e hiperuricemia (riesgo de gota).

 

¿Qué lleva a un hombre a tener sobrepeso?
Los malos hábitos o lo que se llama el estilo de vida poco saludable, que es parte de la modernidad: sedentarismo, comer desordenado y comida muy procesada, con mucha grasa saturada y azúcares de rápida absorción (como el pan blanco a diferencia del integral, que es de mejor calidad nutricional al tener grano entero).

 

¿En qué parte engordan más los hombres y por cuánto peso extra debieran preocuparse?
Es relativo, depende de la persona. Por ejemplo, una alteración metabólica hace engordar la parte abdominal, por eso en los hombres se habla de la obesidad androide, con forma de manzana.

 

Lo importante es preocuparse dependiendo de cómo uno se note, es más determinante que una ropa empiece a quedar apretada antes que subir de peso. Esto indica que algo malo está pasando con el ejercicio o las comidas.

 

La mujer consulta por voluntad propia, pero el hombre generalmente lo hace derivado por otro especialista, por problemas cardiacos o diabetes, entre otros.

¿Es más difícil que un hombre comprenda que tiene que bajar de peso?
Las mujeres están más pendientes del tema, pero cuando un hombre se preocupa, puede comprenderlo y tener un comportamiento a veces mejor. Son más concretos, cuando van a algo, lo hacen y lo terminan. En cambio, la mujer se complica, se frustra, cambia de especialista y no logra una continuidad del tratamiento.

 

¿Cómo los incentiva a bajar de peso?
Los hombres no están tan pendientes del look, por eso hay menos frustración y la amenaza real de salud les importa más. Entonces, si uno les explica concretamente el problema y la solución, lo siguen. También hay que darles alternativas reales y aclarar que no tienen que dejar de comer, sino hacerlo cuatro veces al día y ordenarse con las comidas. No picotear y comer liviano en la noche. Así se dan cuenta que hacer dieta no es sinónimo de pasar hambre.

 

¿Cuál es el mejor tratamiento para los hombres?
Afortunadamente, gracias a sus niveles de testosterona, en general tienen una buena cantidad de masa muscular, aunque sean sedentarios; por lo tanto, la mejor opción es ordenarse con la comida y hacer actividad física aeróbica en forma regular.

 

¿Qué se puede hacer en el trabajo para evitar tanto sedentarismo?
Por ejemplo, ejercicios cada cierto rato. Hay muchas empresas que tratan de otorgar estilo saludable a sus empleados, que tengan momentos de descanso con ejercicios de elongación. También es importante tener tiempo apropiado para almorzar y facilidades para comer colaciones (cada cuatro horas, aproximadamente).

 

¿Cómo pueden aportar las empresas que dan comida a sus empleados?
El menú debería tener más fibra y menos grasa. Por ejemplo, dar alternativas de pan integral, quesillo o queso fresco en lugar de queso, y pechuga de pavo en vez de mortadela. Como colación deberían tener opciones saludables como barras de granola o galletas sin azúcar (o con sucralosa), fuentes con fruta para hacer colaciones de media mañana o media tarde y alternativas de lácteos descremados.

 

Asimismo, sería ideal que tengan jornadas laborales adecuadas para que la persona alcance a hacer alguna actividad aeróbica antes de llegar a su casa.

 

 

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