Una sonrisa saludable en la tercera edad

Se llama enfermedad periodontal a la afección que sufren personas, usualmente de 40 años en adelante, que pierden piezas dentales a causa de una infección bacteriana en las encías.

Por Clinica Alemana feb. 20, 2011, 08:52

Durante su vida, las personas mayores generalmente han sido afectadas por varios episodios patológicos en su boca, como caries y enfermedades periodontales, lo que aumenta el riesgo de pérdida de piezas dentarias.

Es por eso que históricamente la mutilación dentaria como consecuencia del 'envejecimiento' ha sido asumida como una realidad. Pero esta creencia está siendo poco a poco desechada gracias a los avances científicos, que han permitido un conocimiento más acabado de las afecciones de la cavidad bucal, lo que hace posible prolongar la vida de las piezas dentarias.

Enfermedad periodontal

La principal pérdida de piezas dentarias después de los 40 años es consecuencia de la enfermedad periodontal. Esta afección es una inflamación de la encía y de los tejidos que rodean al diente, provocada por bacterias. En estados iniciales, prácticamente no produce dolor. Sus síntomas más frecuentes son el sangrado de encía, el descubrimiento de los cuellos dentarios y su consecuente mayor sensibilidad. También puede haber movilidad, desplazamiento de los dientes y halitosis (mal aliento).

Lamentablemente, esta patología produce la pérdida irreversible del tejido de soporte del diente. Con el tratamiento es posible detener el avance de la enfermedad, pero no recuperar completamente los tejidos perdidos.

Por eso, la mejor forma de cuidar la salud bucal es la prevención, entendida como promoción de salud, tratamiento precoz o limitación del daño.

En este sentido es clave la higiene bucal, la que debe realizarse con cepillos suaves, de forma minuciosa y utilizando algunos co-ayudantes, como por ejemplo la seda dental, los cepillos unipenachos o los interdentales. Es aconsejable contar con la supervisión de un especialista, porque éste puede entregar una orientación personalizada para cuidar el estado de las encías, controlar que no se produzcan caries y hacer higienizaciones periódicas.

Implante dental

Para reemplazar una pieza dental, la alternativa más actual y duradera es el implante: dientes de acrílico o porcelana que se atornillan a un perno de titanio puesto dentro del hueso, tanto en maxilar, como en la mandíbula.

Si bien cada persona debe ser evaluada para saber si se puede someter a esta cirugía, en la mayoría de los casos es posible efectuarla. Hay ocasiones en que el buen estado del paciente permite que el proceso se realice en un solo día, es decir, poner los implantes y la prótesis en la misma intervención.

Una vez instalada la prótesis se debe seguir con los cuidados, ya que si no se controla puede tener algún tipo de desajuste y generar presiones que, a la larga, dañan la integración del implante en el hueso. Si el adulto mayor sigue visitando al dentista y controlándose, puede hacer una vida totalmente normal.

Esto es fundamental, ya que en esta edad muchas personas -debido a la falta de dentadura- evitan comer ciertos alimentos, lo que puede llevar a una mala nutrición. Otra ventaja que trae este tratamiento es que se puede masticar en forma óptima la comida. Con esto se evitan trastornos intestinales, derivados de la mala trituración.

Hay que considerar que:

  • Un paciente que recurre regularmente a controles, es decir, dos veces al año, reduce los riesgos de perder piezas dentarias.
  • Se debe tener especial cuidado con los alimentos, como los dulces, que facilitan la formación de caries.
  • La falta de dientes puede producir problemas intestinales, ya que el paciente no puede deglutir correctamente los alimentos.

    Este artículo fue realizado con la colaboración del doctor Alfredo Gantz, jefe del Departamento de Cirugía Máxilo Facial de Clínica Alemana.