Alteraciones del sueño: un problema frecuente en el embarazo

No es raro que durante el embarazo se produzcan alteraciones del sueño. Al principio, el problema es en el día; las labores cotidianas suelen verse interrumpidas por una imperiosa necesidad de dormir.

Por Clinica Alemana jul. 7, 2013, 20:00

No es raro que durante el embarazo se produzcan alteraciones del sueño. Al principio, el problema es en el día; las labores cotidianas suelen verse interrumpidas por una imperiosa necesidad de dormir. Unos meses más tarde, la dificultad es nocturna, el volumen del abdomen hace casi imposible encontrar una posición cómoda para caer en los brazos de Morfeo.

 

El doctor Leonardo Serra, neurólogo del Centro del Sueño de Clínica Alemana, explica que esto es normal. “En el primer trimestre, lo más común es que haya cierto grado de somnolencia excesiva, pero también existe un pequeño porcentaje de mamás con náuseas muy intensas, cuya molestia les causa insomnio. Ambas situaciones son más frecuentes en el primer embarazo”, aclara.

 

En el tercer trimestre se producen otros inconvenientes. “El crecimiento del abdomen hace que duela la espalda y cueste encontrar una posición cómoda para dormir. Esto se acentúa en las últimas semanas, lo que muchas veces provoca insomnio. En este periodo también está la necesidad de ir más seguido al baño, lo que interrumpe el sueño. Además, es habitual la presencia de reflujo”, sostiene.

 

También existe otro trastorno que se da con cierta frecuencia en las embarazadas: el síndrome de piernas inquietas, un malestar intenso en las extremidades inferiores que produce la necesidad de estar en movimiento para que se alivie y que es más común en la noche y al recostarse. Si bien depende en parte importante de factores genéticos, la disminución de fierro (normal durante el embarazo, para que se formen los glóbulos rojos del bebé) lo puede producir o acentuar. También es posible que lo causen ciertos medicamentos, como antinauseosos o antidepresivos.

 

Consejos para nueve meses de sueño reparador
Algunas de las recomendaciones que da el doctor Serra para disminuir este tipo de problemas en el embarazo, es cuidar los hábitos de sueño, mantener una alimentación adecuada, evitar el consumo de cafeína y utilizar los suplementos indicados por el obstetra (especialmente fierro).

 

Pueden ser de gran ayuda algunas medidas como:
- Dormir con un cojín bajo las rodillas si se está de espaldas o sobre el costado izquierdo en el tercer trimestre. Incluso, hay almohadas que ayudan a dormir semisentada a quien esta posición le resulta más cómoda.
- Mantener una adecuada hidratación durante el día (evitar consumir agua antes de acostarse) y realizar actividad física reducen la aparición de calambres.
- Las siestas son aconsejables para paliar las consecuencias del mal dormir nocturno, pero hay que evitar que sean demasiado tarde o muy largas. El ideal es 30 minutos después de almuerzo.
- Crear una rutina relajante que puede incluir una ducha tibia antes de acostarse.
- Es fundamental realizar los controles prenatales regulares con el obstetra y discutir los temas importantes para abordarlos apenas aparezcan.

 

¿Cuándo hay que preocuparse?
En general, los malestares son transitorios y de leve a moderada intensidad, pero cuando interfieren con el funcionamiento cotidiano o repercuten intensamente en el ánimo o bienestar de la mamá deben ser manejados de manera específica.

 

El doctor Serra precisa que es importante estar atentos a signos como el ronquido: “si este aparece o se intensifica con el embarazo, es importante evaluar si hay otros síntomas de apnea, como sueño no reparador, somnolencia diurna o pausas respiratorias al dormir. Además, debe hacerse un seguimiento del bebé mediante ecografía, ya que hay reportes donde este tipo de alteraciones del sueño se asocia con retardo de crecimiento intrauterino (nacimiento de niños más pequeños).

 

Servicio de Neurología
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