Tips para motivarse a hacer ejercicio

El cansancio, una reunión, algún trámite, un dolor o una molestia, aburrimiento con la rutina o nulos resultados físicos, siempre hay una excusa para no hacer deporte y dejar la actividad física relegada al último lugar de prioridades.

Por Clinica Alemana dic. 29, 2013, 21:00

El cansancio, una reunión, algún trámite, un dolor o una molestia, aburrimiento con la rutina o nulos resultados físicos, siempre hay una excusa para no hacer deporte y dejar la actividad física relegada al último lugar de prioridades. A pesar de que se recomienda realizar ejercicios todos los días, para muchos este es un objetivo difícil de cumplir. Lo que se necesita en estos casos es ganas


¿Qué hacer para mantenerse motivado con el ejercicio?

 

1. Ponerse metas cumplibles y a largo plazo. Por ejemplo, no pretender bajar demasiado de peso en poco tiempo o conseguir un aumento de masa muscular repentinamente. Así se evita la frustración.


Para los principiantes, se aconseja como meta realista empezar con caminata de 30 minutos tres a cuatro veces por semana. Luego de un mes, aumentar cinco a diez minutos cada dos semanas.

2. Si la idea es hacer esta actividad la mayor cantidad de veces por semana, lo importante es que sea algo entretenido. Algunas personas sirven para gimnasios y otros para hacer ejercicio al aire libre, asimismo, algunos prefieren practicar deportes solos y otros en grupo. Gustos hay para todos y se recomienda que cada persona elija la actividad que más le guste y acomode.
Una vez elegido, se aconseja ir variando la rutina, ya sea el tipo de ejercicio, las máquinas, las clases o el tramo recorrido.

3. La actividad física debe ser una prioridad, no lo que se deja solo cuando hay tiempo para hacerla. Asimismo, debe ser parte del diario vivir, por ejemplo, usar escaleras en vez de ascensores, pararse a buscar algo en lugar de pedirle a otra persona, ir a un lugar caminando o en bicicleta antes que en auto o transporte público.

4. Ser flexible con los ejercicios, por ejemplo, si alguna vez no se tiene ganas de ir al gimnasio, se puede dejar de ir ese día. También se pueden tomar algunos descansos o cambios de actividad para evitar caer en la rutina y que lo que se supone que a uno le gusta, se convierta en un desagrado. Lo importante es volver, siempre.

5. Un compromiso a largo plazo se consigue si se obtienen buenos resultados. Cuando se ha logrado alguna meta, uno se puede recompensar con algo. Aunque la mejor recompensa es el bienestar y cambio físico conseguido.

6. Muchas veces, hacer ejercicio con otras personas puede dar más ánimo o poner cierta presión. “Si él va, yo no me puedo quedar atrás” o “ya quedamos de acuerdo en juntarnos, no puedo fallar”, son frases habituales. Se recomienda juntar a un grupo con intereses afines para ir al mismo gimnasio o realizar alguna actividad física en conjunto.

Este artículo se realizó con la colaboración del doctor Gonzalo Fernández, deportólogo de Clínica Alemana.