Hipotiroidismo en hombres: la importancia de consultar

Por Clinica Alemana mar. 2, 2014, 21:00

El hipotiroidismo es la disminución de la actividad de la glándula tiroides que puede repercutir en casi todas las funciones corporales: el metabolismo se reduce y resulta en un enlentecimiento mental y físico progresivo más o menos acentuado, dependiendo de la gravedad del mismo. Si bien es más común en mujeres, los hombres no están exentos de padecerlo.

El doctor Sergio Majlis, jefe de la Unidad de Endocrinólogo de Clínica Alemana, explica que la causa más frecuente involucrada es la tiroiditis crónica autoinmunitaria (Tiroiditis de Hashimoto), enfermedad crónica progresiva mediada por anticuerpos que generan un deterioro funcional.

Las manifestaciones en hombres son casi idénticas a las que se presentan en la mujer, por ejemplo, decaimiento, desgano, indiferencia, apatía y falta de fuerza, entre otras, además de molestias físicas como frío, dolores musculares, edema y constipación.

“En las mujeres, la prevalencia de esta enfermedad es, al menos, tres veces más frecuente que en los hombres, lo que genera que ellos consulten en forma más tardía y desconozcan los síntomas, atribuyéndolos a otras causas como el exceso de trabajo”, sostiene.

El especialista agrega que en la forma subclínica (etapas iniciales) no hay manifestaciones identificables, por lo que el hipotiroidismo es un hallazgo fortuito de exámenes preventivos de laboratorio. “Hay descrita una asociación a trastornos depresivos, los que podrían agravarse en presencia de esta condición, pero no es una aseveración aceptada universalmente por todos”, aclara.

Las formas más graves de hipotiroidismo se denominan mixedema y en esta fase la sintomatología lo hace fácilmente identificable.

El hombre con un daño funcional menor puede hacer su vida normal. Sin embargo, cuando esta enfermedad es severa, sus consecuencias se expresan en apatía e indiferencia sexual, cansancio, dificultad de comprensión, tendencia a fenómenos depresivos, somnolencia, frecuencia cardiaca lenta, apnea de sueño, insuficiencia cardiaca, hipertensión arterial diastólica y dislipidemia, entre otras.

“Cuando el diagnóstico no es oportuno, la gravedad depende de cuán severo es el grado de deterioro de la función tiroidea, por lo que es aconsejable pensar en esta glándula, en el diagnóstico y el control a tiempo para evitar repercusiones futuras”, concluye.