Día Mundial contra la Hepatitis: el llamado es a prevenir

El propósito es crear conciencia sobre los peligros de estas enfermedades infecciosas y educar para evitar el contagio.

Por Clinica Alemana jul. 25, 2015, 21:00

Las hepatitis virales causan la muerte de cerca de 1,5 millones de personas anualmente, sobre todo las hepatitis B y C, cuyos síntomas suelen tardar varios años en manifestarse, por lo que la mayoría de quienes las padecen no lo saben, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, OMS.

Por eso, este organismo internacional reconoció este problemacomo un asunto de salud pública mundial y estableció en 2010 el Día Mundial contra la Hepatitis, con el propósito de crear conciencia al respecto, ya que estas infecciones se pueden prevenir, pero la mayoría de las personas no sabe cómo.

La fecha elegida fue el 28 de julio, en honor al nacimiento del Profesor Baruch Samuel Blumberg, Premio Nobel de Medicina en 1976 que descubrió el virus de la hepatitis B y desarrolló la primera vacuna contra él.

Estas infecciones se pueden prevenir, pero la mayoría de las personas no sabe cómo.

¿Qué es hepatitis?

La hepatitis es la inflamación del hígado y puede darse por diversas causas. El motivo más frecuente es el infeccioso, es decir, contraer alguno de los virus que dan origen a las hepatitis A, B, C, D o E.

Hepatitis A
Los principales síntomas son ictericia, fatiga, pérdida del apetito, náusea y vómito, fiebre baja, heces de color arcilla o pálidas, orina oscura y prurito generalizado.

Se trasmite por el consumo de alimentos contaminados con deposiciones de personas infectadas. Por eso lo más importante es mantener buenas medidas higiénicas para evitar el contagio. Además, existe una vacuna altamente efectiva para prevenirlo.

Hepatitis B
Es una enfermedad que se presenta en forma endémica en todo el mundo. Es crónica, ya que el virus permanece en el organismo y puede ser mortal en alrededor del 0,5% casos. Además, es la principal causa de cirrosis hepática y cáncer al hígado en el mundo.

Se suele presentar con fatiga, malestar general, dolor articular, fiebre baja, náuseas, vómitos, pérdida del apetito, dolor abdominal, ictericia y orina oscura, debido al aumento de la bilirrubina. Se transmite por contacto con la sangre u otros líquidos corporales de una persona infectada. Por eso existe riesgo de contagio a través de relaciones sexuales o drogadicción endovenosa con agujas contaminadas, entre otros.

En América Latina y el Caribe, todos los países han introducido oficialmente la vacuna contra la hepatitis B en sus programas de inmunización infantil, incluyendo Chile, y presentan tasas de cobertura superiores al 90% en promedio.

Hepatitis C
La hepatitis crónica por virus C puede producir cirrosis y cáncer de hígado a largo plazo, y es una de las causas más frecuentes de trasplante hepático.

De acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud, OPS, más de 13 millones de personas han sido afectadas por la hepatitis C, en las Américas. Este virus puede transmitirse por drogadicción endovenosa y, en el caso de Chile, también pudieron haberla contraído quienes hayan recibido transfusiones antes de 1992, periodo en el que se empezó a controlar sistemáticamente la presencia de anticuerpos anti-virus de la hepatitis C en los potenciales donantes de sangre.

Ante la falta de una vacuna, el desarrollo de nuevos fármacos que hacen posibles tratamientos breves, seguros y eficaces es uno de los avances más importantes del año pasado en este campo. Estos medicamentos han demostrado tasas de curación superiores al 90%, sin embargo, todavía hay grandes obstáculos, como el bajo número de diagnosticados y el alto costo de los fármacos, entre otros.

Hepatitis E
Es causada generalmente por la ingesta de agua o alimentos contaminados. Afecta las diversas zonas del mundo, pero es más prevalente en Asia oriental y meridional. Cada año se registran unos 20 millones de casos de infección por el virus de la hepatitis E y cerca de 56.600 defunciones asociadas a esta enfermedad, de acuerdo a la OMS.

Sus principales manifestaciones son ictericia, pérdida de apetito, hígado agrandado y con dolor a la palpación, dolor abdominal, náuseas, vómitos y fiebre.

Si bien es una enfermedad que suele ceder espontáneamente luego de una o dos semanas y no requiere hospitalización, en contadas ocasiones puede convertirse en una hepatitis fulminante (insuficiencia hepática aguda). No existe ningún tratamiento que pueda alterar el curso de la hepatitis aguda. La prevención es la medida más eficaz contra la enfermedad.

Hepatitis D
Solo afecta a personas infectadas con el virus de la hepatitis B y se transmite por la exposición a sangre, semen y otros líquidos corporales infecciosos.

La prevención es posible a través de la vacuna del virus de la hepatitis B (VHB).

Este artículo se realizó con la colaboración del Dr. Luis Thompson, jefe del Servicio de Infectología de Clínica Alemana.