Angioplastía coronaria: el mejor tratamiento en caso de infarto

Esta intervención consiste en restituir el flujo normal de la sangre en una arteria del corazón, cuando esta ha sido obstruida.

Por Clinica Alemana oct. 9, 2017, 21:00

El infarto agudo del miocardio se debe a la oclusión abrupta de una arteria coronaria, con lo que cesa la irrigación sanguínea del corazón y se produce muerte celular.

 

El doctorChristian Dauvergne jefe del Laboratorio de Hemodinamia, explica que en estos casos el mejor tratamiento es la angioplastía, procedimiento que debe realizarse en el menor tiempo posible desde iniciados los síntomas, para disminuir al máximo la pérdida de tejido cardíaco, es decir, “el tiempo es músculo”.

 

Esta intervención consiste en restituir el flujo normal de la sangre en una arteria del corazón, cuando esta ha sido obstruida por un coágulo originado por la rotura de una placa de ateroma, producida por la acumulación de grasa y otras sustancias en estos conductos (ateroesclerosis).

 

 

¿Cómo se realiza la angioplastía?

 

Primero, se efectúa un examen radiológico llamado coronariografía, el que permite observar las arterias coronarias para identificar la zona obstruida. Un importante avance en este sentido es la posibilidad de obtener imágenes de alta calidad, gracias al desarrollo tecnológico de los equipos utilizados.

 

La intervención, que se realiza en un pabellón de hemodinamia, implica anestesia local.

 

Luego, se introduce -a través de un vaso sanguíneo del brazo o de la ingle- un catéter con un balón en la punta, el que se infla al llegar al sitio afectado. Esto dilata las estrecheces producidas por placas de ateromas, lo que permite que se restablezca el flujo de sangre. La maniobra debe complementarse con el implante de una malla de metal circular (stent) que ayuda a evitar el colapso posterior de las paredes del vaso.

 

“Actualmente, guiamos nuestros procedimientos con imágenes intravasculares como ultrasonido o tomografía de coherencia óptica, con lo que optimizamos el implante de dispositivos y, por lo tanto, disminuyen las complicaciones”, afirma el doctor Dauvergne.

 

La intervención, que se realiza en un pabellón de hemodinamia, implica anestesia local.

“Para recibir un tratamiento oportuno en caso de infarto, es fundamental consultar lo antes posible, ya que entre más tiempo se demora la atención más músculo cardiaco se pierde y aumenta la probabilidad de no recuperar el tejido, lo que deriva en un peor pronóstico del infarto. Además, se debe tener presente que en las primeras horas pueden producirse arritmias graves que, de no ser tratadas, podrían llevar a un paro cardiorrespiratorio con consecuencias fatales”, concluye el doctor Dauvergne.