Burnout: cuando el estrés supera los límites

Las personas afectadas se sienten sobrepasadas, emocionalmente agotadas e incapaces de responder a las constantes demandas del medio.

Por Clinica Alemana jul. 11, 2017, 20:00

En esta época del año es habitual que muchos sientan un agotamiento excesivo, tanto físico como mental, y no se debe a ningún virus sino al burnout, un estado que se produce por estrés excesivo y prolongado, lo que provoca pérdida de interés y motivación.

Al respecto, Solange Anuch, psicóloga de Clínica Alemana, explica que “esto ocurre cuando las personas se sientes sobrepasadas, emocionalmente agotadas e incapaces de responder a las constantes demandas del medio, ya sea en el hogar, en las relaciones de pareja o en el trabajo'.

El burnout reduce la productividad y resta energía, lo que deja a la persona cada vez más indefensa y desesperanzada, con sentimientos de incompetencia.

Agrega que el burnout reduce la productividad y resta energía, lo que deja a la persona cada vez más indefensa y desesperanzada, con sentimientos de incompetencia y de 'ya no poder dar más'.

Habitualmente, las manifestaciones de este estado se presentan a nivel físico, emocional y de comportamiento.

Físicamente: se presenta con cansancio y agotamiento la mayor parte del tiempo, bajas en el sistema inmunitario (que se manifiestan en frecuentes enfermedades), dolores de cabeza y musculares, alteraciones del sueño, cambios en el apetito y en el deseo sexual.

Emocionalmente: existe sensación de fracaso y desvalorización personal, sentimientos de soledad,indefensión y desesperanza, pérdida de motivación, visión negativa del entorno, disminución de la satisfacción y sentido de competencia.

A nivel de comportamiento: las personas comienzan a evitar responsabilidades y se aíslan de los otros, hay frecuente procastinación (dejar todo para después), aumenta el uso de comida, alcohol u otras sustancias para enfrentar las dificultades; se producen descargas de frustración en otras personas -las pueden generar conductas más agresivas-,llegada tardíaal trabajo y retiro más temprano, entre otras situaciones.

¿A quiénes afecta el burnout?

Es más frecuente en personas que desempeñan trabajos con alta carga laboral y de responsabilidades, a quienesse les demanda alto rendimiento oson evaluados constantemente, teniendopoco espacio para socializar, escaso soporte organizacional y disminuida estimulación al trabajo colaborativo. Estas características combinadas con algunos rasgos de personalidad, como tendencias perfeccionistas, visión negativa de sí mismo y del mundo, excesiva tendencia al control con dificultad para delegar y alta competitividad, aumentan la probabilidad de sufrirburnout.

Asimismo se han identificado seis factores que lo pueden causar, especialmente en el trabajo:

  • Sensación de pérdida de control sobre lo que se hace.
  • Conflicto entre los valores personales y los de la organización en que se participa.
  • Insuficiente recompensa por el trabajo realizado, sueldos insuficientes y falta de reconocimiento.
  • Excesiva carga de trabajo.
  • Sensación de injusticia, expresada por ejemplo en el trato favoritista por algunas personas.
  • Quiebres en el equipo, conflictos que se sostienen en el tiempo y no se resuelven.

¿Cómo enfrentar el burnout?

Primero, se debe evaluar la situación personal para ver si existe la posibilidad de realizar cambios por cuenta propia que resuelvan el estrés, a través de una modificación en la manera de trabajar o, directamente, mediante la búsquedade un nuevo trabajo.

Si los síntomas no cesan, a pesar de los cambios efectuados, se debe consultar al especialista.

Algunas recomendaciones para prevenir el burnout son:

  • Promover el contacto social, porque es el antídoto natural contra el estrés;invertir tiempo enel establecimiento de relaciones positivas de cooperación y apoyo es clave, ya sea con la familia, las amistades o el equipo de trabajo.
  • Asociarse a actividades y causas comunitarias que tienen sentido para la persona, dar a otros, compartir los recursos y fortalezas de las que se dispone.
  • Ubicar el trabajo en una jerarquía de actividades que componen la propia vida, no como algo vital sino como un ámbito más que aporta al diario vivir. Es importante encontrar el valor en lo que hacemos, ver cómo se integra la actividad laboral con nuestro proyecto de vida completo y con el tipo de persona que queremos llegar a ser.
  • Programar tiempos de descanso: poner límites a nuestro quehacer (horarios, organización, no llevar trabajo a casa), darse diariamente espacios libre de tecnología (desconexión / offline).
  • Brindar renovación y cuidado a nuestro cuerpo a través de actividad física y sana alimentación.
  • Estimular la dimensión creativa de la personalidad a través de nuevos aprendizajes o práctica de hobbies.