Herpangina: un contagioso y molesto virus

Se asocia a mucho dolor al tragar, por lo cual los niños no comen, rechazan la leche caliente y los alimentos sólidos.

Por Clinica Alemana jun. 14, 2017, 20:00

Salivación excesiva junto confiebre alta y bruscason algunas de las manifestaciones que presenta una enfermedad muy contagiosa y que se da principalmente entre los 3 y 8 años de edad: la herpangina.

Al respecto, el doctor Luis Enrique Vega, pediatra broncopulmonar de Clínica Alemana, explica que en estos casos el periodo febril se extiende entre tres y cuatro días, y se asocia a mucho dolor para tragar, por lo cual los niños no comen, rechazan la leche caliente, y los alimentos sólidos.

“Muchos padres advierten que su hijo está salivando excesivamente (sialorrea) desde el inicio del día de fiebre. Es raro que existan síntomas gastrointestinales como diarrea o gases y tampoco se asocia a síntomas bronquiales”, agrega el especialista.

El diagnóstico es clínicoy se realiza mediante la identificación de úlceras (aftas) orales en la cavidad y su distribución característica:en paladar duro y blando, pilares anteriores faríngeos y pared posterior de la misma.

Para prevenir el contagio, es importante evitar el contacto con gotitas o secreciones de la boca del paciente, “se define contacto a cualquier exposición menor a un metro de distancia”, explica el doctor Vega.

Asimismo, el lavado de manos es fundamental para disminuir la transmisión.

El lavado de manos es fundamental para disminuir la transmisión.

Tratamiento contra la herpangina: aliviar las molestias

El doctor Vega sostiene que el tratamiento es sintomático, es decir, consiste en calmar el dolor y la fiebre, además de prevenir los vómitos o deshidratación por la baja ingesta de agua y líquidos (secundaria al dolor).

Agrega que para lograr el alivio de las manifestaciones, es necesario administrar paracetamol o ibuprofeno. Las dosis deben ser indicadas por el pediatra según el peso del niño.

En cuanto a la alimentación, es de gran ayuda proporcionar leche fría, jugos, agua, yogurt y helados, entre otros, para refrescar la zona oral. “El consumo decomida sólida o alimentos tradicionales no debe ser la prioridad, ya que puede asociarse a vómitos y mayor dolor. Es importante alertar a los padres sobre esto, ya que no comer por tres o cuatro días no tiene grandes implicancias en el niño. Sin embargo, la hidratación debe ser la prioridad durante la enfermedad, pues es crucial para el funcionamiento corporal”, asegura.

 

Equipo de Pediatría