Niños que comen tierra o arena: Qué hacer?

Esto es un reflejo normal y la solución es inculcarles buenos hábitos de limpieza, como lavado de manos antes de comer y después de ir al baño.

Por Clinica Alemana sep. 27, 2017, 21:00

En primavera, cada tarde las plazas se llenan de niños que van a andar en bicicleta, columpiarse y jugar con tierra, la que muchas veces se echan a la boca. Generalmente, cuando esto ocurre, las mamás corren alarmadas a limpiarlos para que no se la traguen.

Es normal que los pequeños usen la boca como una tercera mano y se pongan ahí todo lo que encuentren.

Al respecto, la doctora Isabel Miquel, gastroenteróloga infantil de Clínica Alemana, explica que “entre los cinco meses y cuatro años es normal que los pequeños usen la boca como una tercera mano y se pongan ahí todo lo que encuentren, no precisamente para comérselo sino para guardarlo. Esto es un reflejo natural”.

Asimismo, la especialista asegura que cuando es una ingesta accidental en la plaza o en la playa no es mucha la cantidad, por lo tanto, no es necesario exagerar en la higiene. “La solución no es tener a los niños en una 'burbuja', sino inculcarles buenos hábitos de limpieza, como lavado de manos antes de comer y después de ir al baño”, precisa.

¿Cuándo hay que preocuparse?

Si el consumo de sustancias no nutritivas se vuelve persistente, durante un período de por lo menos un mes, puede tratarse de un trastorno de la ingestión y de la conducta alimentaria de la infancia o la niñez, conocido como ”pica”.

La doctora Miquel asegura que “este comportamiento se ha observado en especies animales, incluidos primates. En la mayor parte de los casos, se ha considerado más como síntoma de otro trastorno que como entidad independiente. Asimismo, se ha observado ingesta de tierra, hielo, almidón, cuerdas, madera, y otros productos”.

Si el niño consume grandes cantidades de tierra, es probable que contraiga infecciones parasitarias, sufra intoxicaciones por plomo y otros tipos de complicaciones, como obstrucciones intestinales que es lo más peligroso.

En el caso de que el menor padezca efectivamente de “pica”, “al igual que el resto de los trastornos de la alimentación, el manejo global requiere la intervención coordinada de diversos profesionales de la salud”, explica la gastroenteróloga infantil.

Equipo de Gastroenterología infantil