Cuando el cambio de estación provoca impacto en el estado de ánimo

Perturbaciones en el sueño, apetito y actividad social y laboral, son algunas de las consecuencias que se asocian a la menor luminosidad.

Por Clinica Alemana jun. 3, 2018, 20:00

El Trastorno Depresivo Estacional (TDE) forma parte de las enfermedades del estado anímico que afectan el estado de bienestar, la interacción social, los niveles de actividad, la calidad del sueño, el apetito y el deseo sexual. Y la característica distintiva de este estado es que se desencadena en una cierta época del año, generalmente en el invierno.

Entre las experiencias de los países en los cuáles esta enfermedad se ha estudiado en profundidad, en el caso de Estados Unidos afecta a entre un 2% y 10% de su población en la actualidad, mientras que en naciones como Irlanda se han observado tasas aún mayores.

El TDE se manifiesta con mayor frecuencia en mujeres y en la población joven, y en su aparición también es posible que incidan elementos como la presencia de familiares afectados por algún tipo de depresión.

“Si bien aún no contamos con estudios epidemiológicos locales, se ha observado que durante los meses de otoño e invierno un aumento en la prevalencia e intensidad de cuadros depresivos unipolares en las zonas geográficas del centro y sur de nuestro país. Estos cambios estarían asociados a una disminución de la luminosidad”, explica el doctor Andrés Heerlein, psiquiatra de Clínica Alemana. Esta sería una de las causas del fenómeno que experimentan las personas cuando viajan largas distancias y tardan semanas en acostumbrarse al uso horario.
Y aunque el TDE se relaciona con procesos como la disminución de los niveles de vitamina D en el organismo, “sin embargo, las verdaderas causas de este fenómeno no han sido aclaradas”, subraya el especialista.

Síntomas de TDE

A diferencia de otras formas de depresión, los pacientes con TDE no pierden el apetito, peso o sueño, sino que tienen una mayor necesidad de dormir y una tendencia a engordar, pues, suelen comer en forma excesiva, especialmente hidratos de carbono.
A continuación se enuncian los síntomas más comunes:
• Sensación de desesperanza
• Aumento del apetito con aumento de peso (apetencia por carbohidratos simples).
• Somnolencia diurna.
• Disminución de la libido.
• Menos energía y capacidad para concentrarse.
• Pérdida de interés en el trabajo y otras actividades.
• Movimientos lentos.
• Aislamiento social y dificultades interpersonales.
• Tristeza e irritabilidad.
• Ideación suicida.

¿Cómo revertir el cuadro?

Para enfrentar el TDE se recomienda el apoyo médico especializado. Además, es posible prevenir alguno de los síntomas mediante la actividad física regular: está demostrado que practicar ejercicios regularmente mejora el bienestar mental, independiente de la edad o la condición física que se tenga.