El infarto fue un llamado a cuidarme emocional y físicamente

Deportista y sin factores de riesgo, fue sorprendida por un agudo cuadro cardiovascular que refleja la incidencia de esta patología en las mujeres.

Por Clinica Alemana ago. 6, 2018, 20:00

“Pasadas las 5 AM, desperté con un dolor agudo en el lado izquierdo del pecho. En una hora, ya se había extendido hacia el cuello, hombro y brazo izquierdo. Se volvió insoportable, por lo que me angustié suponiendo que estaba sufriendo un infarto y lloré. Me vestí a duras penas y llamé a una amiga para pedirle que me llevara a la Urgencia de Clínica Alemana”.

Elke Christiansen recuerda de este modo la emergencia que sufrió en mayo de 2017, a días de haber cumplido 49 años. Madre de tres hijos y de profesión paisajista, es una mujer activa que practica montañismo, ciclismo, esquí y natación. Tampoco fuma y ha mantenido sus niveles de colesterol total en rangos normales. Por eso, se sorprendió al saber el motivo y gravedad del cuadro de salud que la afectó. “Pese al dolor intenso, jamás pensé que se trataba de algo tan serio como un ataque cardiaco”, reconoce.

En efecto, el examen practicado a su ingreso a la Clínica arrojó un infarto con lesión en la arteria descendiente anterior, señala el doctor Patricio Avendaño, su cardiólogo tratante. Con este diagnóstico, fue atendida de urgencia con una terapia farmacológica a través de la administración de anticoagulantes y antiagregantes para evitar la formación de trombos. “La consulta precoz y el tratamiento rápido y oportuno, fueron claves para que ella lograra salir del cuadro cardiaco agudo”, sostiene el especialista.

Una vez estabilizada y fuera de riesgo vital, la paciente fue derivada a la Unidad de Cuidados Coronarios, donde fue dada de alta a los cuatro días. “Como equipo, le transmitimos que se habían realizado las acciones médicas pertinentes y que su evolución era favorable”, detalla el doctor Avendaño.

El caso de Elke Christiansen está lejos de ser excepcional. Al contrario, refleja la creciente incidencia de las patologías cardiovasculares entre las chilenas. “Stress laboral, el hecho de que ellas tengan un umbral del dolor alto, arterias más delgadas y el elevado porcentaje de fumadoras, incrementó la tasa de accidentes cardiacos, cuya mortalidad supera a la de los hombres”, explica el doctor Avendaño.

En Clínica Alemana, los casos de síndromes coronarios agudos se abordan con equipos multidisciplinarios, ya que luego de un evento de este tipo los pacientes deben tener una vigilancia médica especializada en la que participen médicos, enfermeras, técnicos paramédicos, kinesiólogos y nutricionistas, entre otros.

Los pasos de la recuperación

“Tuve que hacer cambios en mi vida: aprender a pedir ayuda y saber compartir lo que me sucede. Ahora entiendo que en el momento en el que me infarté, estaba atravesando una pena muy profunda. Fue un llamado a cuidarme emocional y físicamente”, reflexiona Elke Christiansen.

A partir de este convencimiento, ella puso en marcha un proceso de transformaciones desde “el trabajo y la alimentación, hasta cultivar una nueva actitud que implica, por ejemplo, asumir la práctica de deporte con una mayor intensidad y consciencia”.

Estas ganas de mejorar y seguir viviendo de manera saludable, la motivaron a entrar en el Programa de Rehabilitación Cardiaca de Clínica Alemana. Diseñado en función del estado de salud de cada paciente, el plan consta “de 12 sesiones de ejercicio aeróbico y fortalecimiento muscular, durante el cual se monitorean simultáneamente el ritmo cardiaco, la presión arterial y el pulso”, explica María Teresa Carvallo, kinesióloga a cargo de este procedimiento.

Elke Christiansen destaca que su participación en el programa la ayudó a rehabilitarse en un amplio sentido: “Estoy más sana que nunca y expectante a lo que me depara el destino. Este infarto es solo un capítulo de mi vida y, bajo ninguna circunstancia, la definirá”.