Sobrevivientes de Covid-19 en Clínica Alemana

Abrazar a sus hijos, sentir su olor, comérselos a besos y abrazar a su marido, fue lo primero que hizo Claudia Arueste (39) al salir de Clínica Alemana y haber superado dos veces el Coronavirus.

Por Carla Dejeas may. 27, 2020, 16:52

Abrazar a sus hijos, sentir su olor, comérselos a besos y abrazar a su marido, fue lo primero que hizo Claudia Arueste (39) al salir de Clínica Alemana y haber superado dos veces el Coronavirus. La profesional, que fue una de las primeras contagiadas en Chile, enfrentó durante seis semanas no solo las complicaciones de la enfermedad sino también su miedo a la muerte. “La pedí a Dios que me salvara para ver crecer a mis hijos”, comparte.

Hoy en su casa y junto a su familia, Claudia cuenta que en su recuperación fue clave la contención de su madre a través del teléfono y el esfuerzo que hizo todo el equipo médico de la clínica para sacarla adelante. “Sin el apoyo de ellos hubiese sido más difícil… Me ayudaron a sobrepasar los días con una sonrisa”, revela emocionada.

Cuando la tasa de mortalidad por Covid-19 ha aumentado en nuestro país un nuevo sobreviviente es una esperanza para todos y una motivación para extremar las medidas de autocuidado. Así lo cree la profesional quien señala que “la gente tiene que saber que el virus no solo le da a adultos mayores o a la gente que tiene una enfermedad preexistente, sino que a cualquier persona e incluso a niños”, dice.

Extranjeros con Covid-19 en Chile

Félix de Mora es español y llegó a nuestro país el 1 de marzo sin ningún síntoma. Cuenta que incluso en el aeropuerto le tomaron la temperatura y que pasó el control sin problema. Sin embargo a los pocos días comenzó a sentirse mal y decidió acudir a Clínica Alemana .

“Yo conocía poco sobre la enfermedad y tenía confianza de que en la clínica me podían sacar adelante. Al llegar me hicieron la prueba y me dijeron que tenía Covid-19. Mi primera reacción fue contarle a mi familia, pues yo no vivo aquí, y luego me puse en las manos de los especialistas para que me cuidaran”, dice.

Al ser detectado con el virus, Félix fue internado y al poco tiempo fue conectado a un ventilador mecánico durante 15 días. Estuvo muy grave. De esa fase logró salir y comenzó su terapia de recuperación. “El tratamiento se me hizo duro, más que nada porque estaba solo y lejos de mi familia. Pero la dedicación y amabilidad de enfermeras, médicos y kinesiólogos de la clínica me hicieron pasar todo de mejor forma”, revela.

Después de más de un mes luchando por su vida, Félix recibió la noticia de que había superado la enfermedad. Durante todo este tiempo él se ha esforzado en su recuperación. Por eso cuando hoy ve que hay personas que no toman las medidas necesarias para evitar contagiarse siente molestia por la falta de conciencia. “Esto no es solo que te hagas daño a ti, es que si no cumples con las medidas, afecta a todos los demás de forma masiva porque este virus es altamente contagioso”.