Artrosis de cadera: ¿En qué consiste la cirugía?

La cadera es una articulación formada por el acetábulo y la cabeza del fémur, y permite la unión entre el tronco y las extremidades inferiores y puede sufrir de artrosis por múltiples causas.

Por Clínica Alemana jul. 30, 2021, 15:20

La cadera es una articulación formada por el acetábulo y la cabeza del fémur, y permite la unión entre el tronco y las extremidades inferiores. De acuerdo con el doctor Tomás Amenábar, traumatólogo de cadera de Clínica Alemana, es del tipo esférica, lo que permite que tenga múltiples rangos de movilidad.

La artrosis de cadera es una enfermedad degenerativa de la articulación que produce:

  • Daño en el cartílago articular.
  • Pérdida del tejido especializado en la articulación.
  • Cambios secundarios a nivel articular y óseo.

“Es importante no confundirla con otras enfermedades como la osteoporosis. Esta produce una pérdida de la densidad del hueso, lo que hace que se vuelve más débil y aumente su riesgo de fractura, pero no es dolorosa ”, explica el especialista.

Se trata de uno de los problemas médicos más frecuentes en la edad media y avanzada de la vida y se presenta como una de las causas más comunes de discapacidad en adultos mayores, con una prevalencia de síntomas hasta de un 9% en personas mayores de 45 años . Asimismo, tiene mayor incidencia en mujeres que hombres, dice el doctor Amenábar.

Causas

Existen dos grupos de artrosis de cadera: primaria o degenerativa, que consiste en el envejecimiento de la articulación, sin una causa evidente y secundaria, que se produce por múltiples causas entre las que el experto reconoce:

  • Displasia de cadera.
  • Pinzamiento de cadera.
  • Necrosis avascular.
  • Traumatismos, fracturas.
  • Enfermedades de la cadera (Perthes, epifisiolisis).
  • Artritis séptica (infección).
  • Enfermedades reumatológica.

Síntomas de la artrosis de cadera

El principal y más importante síntoma es el dolor en la ingle, que es el lugar donde está la cadera dice el traumatólogo de Clínica Alemana. “Muchas veces los pacientes lo confunden con dolor en la cintura o zona lumbar baja, pero el dolor de cadera tiende a ser inguinal, puede ser también en la zona del glúteo e irradiarse a la región anterior del muslo y llegar incluso a la rodilla”, agrega .

Inicialmente es un dolor leve que va aumentando con el tiempo y que se relaciona básicamente con la realización de actividad física que puede avanzar a ser un dolor de reposo y un dolor nocturno.

Otro síntoma muy importante de la artrosis de cadera es la rigidez, porque al perderse el cartílago, falla la función normal de la articulación, haciendo que esta se vuelva rígida.

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico se basa en la historia clínica del paciente y se realiza un examen físico que, según el especialista, muchas veces es muy claro y se evidencia:

  • Cojera, uso de bastón.
  • Acortamiento de la extremidad.
  • Limitación del rango de movilidad.
  • Atrofia muscular.

Además, para complementar se debe realizar exámenes de imágenes, donde la radiografía es el estudio inicial. “Casi todos los casos de artrosis de cadera se pueden diagnosticar con este examen”, asegura el especialista.

En caso de ser necesario, es posible complementar el estudio con una resonancia magnética o escáner, en casos puntuales.

Los pilares del tratamiento para la artrosis son el ejercicio y la kinesiología a través de programas de bajo impacto que ayudan a fortalecer la movilidad articular, con el fin de que disminuyan los síntomas y la progresión sea lo más lenta posible. 

Esto se puede complementar con algunas medidas farmacológicas, de acuerdo con lo establecido por tu médico tratante. Asimismo, en caso de que las infiltraciones estén indicadas para el paciente, en el caso de la cadera no es posible realizarlas en la consulta, puesto que requieren imágenes de apoyo para ser efectivas.

La cirugía

Cuando una artrosis se encuentra en su etapa final, el tratamiento indicado es la prótesis total de cadera. Según lo establecido por el doctor Amenábar, se trata de un procedimiento seguro, con buenos resultados y muy bajas complicaciones.

Básicamente consiste en resecar la cabeza del fémur y remover el cartílago dañado del acetábulo para dejar un lecho óseo en buenas condiciones. Posteriormente se instala la prótesis.

“Al día siguiente de la cirugía, el paciente está con buena movilidad, sin dolor y puede comenzar a caminar inmediatamente. Después de un periodo de rehabilitación de aproximadamente dos a tres meses va a notar una mejora significativa en su calidad de vida”, afirma. 

Cabe destacar que contamos con las tecnologías más modernas que hay disponibles en el mundo, se trata de la cirugía robótica, con el equipo Mako. Permite hacer una planificación preoperatoria en tres dimensiones de cómo va a quedar la prótesis antes de la cirugía y llevar a cabo ese plan a cabo durante la intervención.

De esta forma, la ubicación de los componentes queda en una excelente ubicación, lo que disminuye el riesgo de luxaciones.