Insolación: Cómo cuidarla en casa

La insolación es un cuadro desencadenado por una exposición excesiva al sol y puede traer graves consecuencias.

Por Clinica Alemana ene. 20, 2021, 17:05

La insolación es un cuadro desencadenado por una exposición excesiva al sol y está asociada a una falla de los mecanismos encargados de eliminar el calor excedente del organismo, generando que el cuerpo pierda la capacidad de enfriarse.

Puede ocurrir por diferentes motivos y, desafortunadamente, es un fenómeno bastante frecuente en verano. Quedarse dormido en la playa, olvidar el filtro solar en casa o no resistir la tentación de tenderse al son sin ningún cuidado el primer día de vacaciones son algunas de las causas más frecuentes.

De acuerdo con la doctora Carmen Bruning, dermatóloga de Clínica Alemana, “la quemadura solar es la causa directa de la insolación y es la que desencadena todos los mecanismos que provocan su sintomatología, debido a una serie de procesos bioquímicos a nivel celular”.

Asimismo, la especialista explica que los principales síntomas de la insolación son:

  • Quemaduras en la piel
  • Dolor de cabeza
  • Fatiga
  • Deshidratación
  • Calambres
  • Escalofríos
  • Náuseas
  • Vómitos
  • Convulsiones
  • Delirio

Cuando la quemadura es leve, sólo produce molestias, sensación de tirantez y ardor en la piel. En cambio, cuando hay un gran compromiso de piel, además de los síntomas generales ya mencionados, pueden aparecer vesículas y ampollas cutáneas.

“Los niños y pieles claras son más proclives a sufrir quemaduras solares graves, ya que las personas más morenas cuentan una especie de barrera protectora natural dada por su propia pigmentación oscura”, explica la especialista.

El proceso de una insolación

Lamentablemente, los primeros malestares de la insolación comienzan a sentirse varias horas después de la exposición a los rayos solares, alcanzando su curva más alta al segundo y tercer día.

Así, después de cuatro días de muchas molestias, la insolación comienza a ceder y finalmente, después de una semana, la piel empieza a despellejarse.

Para hacer más llevaderas estas dolorosas y eternas jornadas veraniegas, se recomienda seguir diferentes tratamientos dependiendo del grado de insolación.

Para bajar la temperatura corporal, se aconseja aplicar compresas o baños de tina fríos o tibios con avena. Para calmar el dolor e hidratar existen en el mercado una serie de cremas emolientes especialmente diseñadas para quemaduras solares.

Cuando la insolación es más grave, el médico puede recomendar el uso de corticoides tópicos, antiinflamatorios, analgésicos y, si es necesario, también se recetan corticoides orales.