Cáncer de tiroides: Tipos de tratamientos

Tratamientos no quirúrgicos, cirugías poco invasivas y trabajo colaborativo son algunos elementos diferenciadores del Centro de Tiroides.

Por Clínica Alemana may. 26, 2021, 17:00

El cáncer de tiroides es de muy lento crecimiento y tiene muy buen pronóstico, explica la doctora Marisol García, endocrinóloga de Clínica Alemana. Se presenta con mayor frecuencia en mujeres, en la edad media de la vida (30-50 años). También es un factor de riesgo haber sido sometido a radioterapia cervical o tener dos o más familiares de primer grado afectado con cáncer de tiroides.

“La glándula tiroides se encuentra ubicada en la base del cuello y está conformada por unidades que son denominadas folículos tiroideos. Estos contienen las células foliculares, en ellos se sintetiza y almacena las hormonas tiroideas T3 y T4, que regulan el funcionamiento de diferentes órganos del cuerpo”, agrega la doctora Paula Rojas, endocrinóloga de Clínica Alemana.

Cuando la tiroides no funciona correctamente, podemos desarrollar una serie de enfermedades, donde las principales son:

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Tratamientos para el cáncer de tiroides

La cirugía es el principal tratamiento cuando hablamos de cáncer de tiroides, comenta la doctora García. La operación consiste en extraer la glándula ya sea de forma total o parcial, según corresponda a cada paciente. Si la ecografía preoperatoria demuestra que hay compromiso de ganglios, estos también se extraen en la misma cirugía, agrega la experta.

Yodo radioactivo o radioyodo

La ingesta de radioyodo elimina los restos de tejido que pudieron quedar post cirugía. Sin embargo, es una técnica que sólo se utiliza en algunos pacientes y esto va a depender de su riesgo de recurrencia.

No siempre es necesario operar: Alternativas a la cirugía

En pacientes con cáncer de tiroides pequeños, o sea, cuando mide menos de 1 cm, se puede evaluar en pacientes muy seleccionados, sobre todo si tienen más de 50 años, no intervenir quirúrgicamente para extraer la glándula y realizar un seguimiento activo de los nódulos, y controlarlos con ecografía ya que se trata de una enfermedad de evolución lenta.

 “La opción de no operar es una decisión compartida con el paciente. Es importante que la persona se comprometa a un seguimiento estricto y regular. Nosotros usamos el término vigilancia activa, que refleja el compromiso tanto del médico como del paciente”, agrega el doctor Hernán Tala, endocrinólogo de Clínica Alemana.

Según explica el especialista, para plantear este seguimiento el paciente y sus tumores deben presentar dos características principales: ser nódulos pequeños y no presentar factores de riego. Esto se resume en:

  • Tumores menores de 1 centímetro.
  • Personas sin antecedentes de cáncer tiroideo en familiares directos.
  • Pacientes que no se hayan expuesto a radiación previa.
  • Que no exista compromiso extra tiroideo.
  • El nódulo debe estar alejado de estructuras como nervios.

Esta alternativa es segura según el doctor Tala en pacientes que cumplen los requisitos ya mencionados y siempre que adhiera a un control estricto. De esta forma, “en los pocos casos que existe crecimiento del tumor, la intervención se realiza en una etapa donde el resultado y pronóstico siguen siendo igualmente exitosos”, acota el profesional.