Prematuros extremos: Un programa de acompañamiento es clave

Se considera a un niño como prematuro extremo cuando nace antes de cumplir 32 semanas de gestación o antes del tercer trimestre de embarazo.

Por Clínica Alemana oct. 29, 2021, 18:40

Se considera a un niño como prematuro extremo cuando nace antes de cumplir 32 semanas de gestación o antes del tercer trimestre de embarazo. “Cuando esto ocurre, el niño está más expuesto a tener complicaciones de salud o morir, desde el momento del parto”, explica la doctora Marcela Pérez, jefa del Programa de Seguimiento de Prematuros de Clínica Alemana.

Así, las complicaciones médicas derivadas del nacimiento prematuro son derivadas de la inmadurez de sus órganos y muchas de ellas perdurarán hasta su vida adulta, agrega la especialista. Estas se pueden presentar en los sistemas:

  • Respiratorio.
  • Neurológico.
  • Digestivo.
  • Renal.
  • Inmune.
  • Cardiovascular.
  • Ocular.
  • Auditivo.
  • Entre otros.

“También existen riesgos derivados de la atención en cuidados intensivos, pero estos son cada día menos frecuentes gracias a la especialización del equipo de salud y de insumos médicos especiales para este grupo de pacientes”, enfatiza la experta.

Cuidados de un prematuro extremo 

A la hora de hablar de los cuidados que necesita un prematuro extremo es sumamente relevante considerar dos etapas: la clínica y la llegada a casa.

Mientras está en la clínica, es muy importante que el niño pueda contar con un equipo médico especializado que incluye:

  • Neonatólogos.
  • Enfermeras o matronas neonatales.
  • Técnico en enfermería.
  • Kinesiólogos.
  • Fonoaudiólogos.
  • Terapeutas ocupacionales.
  • Nutricionistas.
  • Entre otros.

Ellos serán los encargados de atender todas las necesidades en salud de este prematuro extremo. Además, se requerirá de equipamientos médicos e insumos de cuidados intensivos como incubadoras, ventiladores mecánicos, nutrición parenteral, medicamentos, etc.

“Sin duda, los cuidados que brindan sus padres y familia son vitales. Ellos son los que lo acompañarán desde el nacimiento entregándoles amor, contención física, estimulación sensorial y motora, lo que será clave en una mejor evolución medica y emocional del bebé prematuro”, sostiene la doctora Pérez.

En casa

Por otro lado, al momento del alta a casa la mayoría de los bebes nacidos prematuramente tienen una edad cercana a la de término (más de 35 a 37 semanas y peso de alta mayor a 2.000 gramos).  Sin embargo, los cuidados deben ser más rigurosos que un recién nacido de término.

En este contexto, se deben evitar las enfermedades infecciosas, especialmente, las de mayor contagio como los virus respiratorios estacionales. “Sugerimos restringir las visitas en casa durante los primeros meses, retirar a los hermanos de sala cuna y jardín infantil en época de alta circulación de virus y evitar el contacto con otros niños que no sean de su núcleo familiar”, indica la especialista.

Asimismo, de acuerdo con la neonatóloga de Clínica Alemana, “se debe cuidar que la temperatura ambiental sea media y estable, sin grandes fluctuaciones; mantener cuidados ambientales sin ruido exagerado y luminosidad acorde al día y la noche para favorecer el desarrollo del ciclo sueño vigilia. La madre o el/los cuidador/es atenderán la postura corporal, para lo que se les indican ejercicios corporales especiales. La alimentación debe ser más fraccionada y pausada que la de un bebé de término, además, se deben administrar suplementos vitamínicos y/o medicamentos específicos según la condición médica al alta”.

“Un grupo muy pequeño de prematuros extremos se da alta a casa con oxígeno u otra asistencia respiratoria mayor y/o con la necesidad de alimentación distinta a la vía habitual que es succión oral. Estas condiciones implican cuidados adicionales”, agrega.

Programas de seguimiento

Los prematuros extremos son los niños con mayor riesgo de presentar los problemas de salud anteriormente mencionado y, a pesar de esto, su calidad de vida puede ser muy buena en muchos de ellos. ¿De qué depende? Esto estará determinado por las complicaciones médicas que presenten durante los primeros meses de vida, la pesquisa temprana de las secuelas o complicaciones tardías de la prematurez y por la oportunidad de intervención del equipo médico.

Por esto, una vez que son dados de alta, los prematuros deben tener una supervisión de salud global por especialistas que incluya no sólo problemas médicos, sino también socioemocionales.

“Los Programas de Seguimiento de Prematuros de Ato Riesgo cumplen un rol clave en este aspecto. Muchos países los tienen y en Chile los hay, públicos y privados, hace dos décadas. En ellos hay una atención integral de los prematuros entregándoles a los padres también herramientas psicológicas que eviten la natural tendencia a la ‘sobreprotección’, derivada de la ansiedad en el periodo inicial, y muchas veces, acompañada de temor y angustia vivida durante la hospitalización. El objetivo es apoyar y promocionar la capacidad de los padres de disfrutar de los cuidados de un bebé. Contar con un psicólogo especialista que ayude a elaborar las emociones difíciles y a facilitar el desarrollo de interacciones saludables en estos bebes y sus padres es muy importante”, cierra.