¿Cuáles son las 4 etapas del amor?

Te explicamos la teoría de la científica Helen Fisher y como el amor beneficia nuestra salud.

Por Clinica Alemana feb. 14, 2024, 14:48

Desde hace años, diversos estudios científicos han demostrado que el amor puede tener un impacto positivo en nuestra salud. No se trata solo de un sentimiento romántico, sino de una emoción que puede tener efectos reales en nuestro bienestar físico y mental.  

 

Pero, cómo definimos, ¿qué es el amor?  

 

Helen Fisher, neurobióloga y antropóloga, ha dedicado toda su vida a poner este tema bajo el microscopio.  

 

Tras más de 3 décadas de trabajo, Fisher lo define así:  

 

“El amor es una cosa diferente para cada persona. Pero, como científica, creo que deriva principalmente de tres circuitos cerebrales: la atracción sexual, el amor romántico y el apego”.  

 

Según la experta, elegimos enamorarnos de una persona u otra debido a diversos factores biológicos. Por ejemplo, las personas con altos niveles de dopamina se sienten atraídas por otros que sean similares a ellas. Quienes tienen altos niveles de testosterona y estrógenos, se interesan por sus opuestos.  

 

Aun así, estar enamorado impacta de otras formas a nuestro cuerpo, más allá de la química del cerebro. Además de hacernos sentir plenos y felices, nos enfermamos menos, prevenimos patologías cardíacas y retrasa el envejecimiento prematuro.  

 

¿Cuáles son las etapas del amor?  

 

Enamoramiento  

 

En esta fase, todo nos parece perfecto. En ella, nuestro cerebro libera oxitocina, estrógeno, serotonina, testosterona y dopamina. Es la etapa más intensa de la relación, somos dominados por las hormonas vinculadas a la felicidad y el bienestar.  

 

Compromiso  

 

Durante la siguiente etapa, la pasión empieza a bajar poco a poco. Empezamos a decidir más racionalmente si queremos seguir junto a nuestro compañero o compañera a pesar de los defectos que conocemos por el camino. Aumenta la conexión emocional, pero disminuye la dependencia.  

 

Desilusión  

 

En este período, es donde suelen terminar la mayoría de las relaciones. Suele llegar de forma gradual o repentina. Aunque haya amor, también puede haber dudas y preocupación. Nos preguntamos si elegimos bien y pensamos en el futuro de la relación.  

 

Si la pareja logra superar esta fase, llegan a experimentar lo que se conoce como el amor real. Quienes llegan a este nivel logran una relación estable y segura, hay aceptación y compasión. Es la etapa más relajada del amor, por eso los enamorados se sienten cómodos con el otro.  

 

Transformación  

 

Durante esta etapa se busca la vocación o proyecto en común. Esto ocurre cuando tienen menos responsabilidades y pueden pasar más tiempo juntos, compartiendo aficiones y pasiones.  

 

Según Fisher, estas etapas no son lineales, pueden aparecer en cualquier momento de la relación.  

 

Con el tiempo, la realidad se impone y el sentimiento exaltado desaparece. Quedan otras cosas como la comunicación, la intimidad y la vida sexual, las que ayudan a mantener viva la relación que se desgasta, pero también puede reinventarse. La felicidad en pareja se trata de sentirse en paz y estar al día con lo que se quiere y se puede.  

 

Los expertos recomiendan que es importante ser realista para mantener nuestras expectativas en lo posible y evitar la frustración constante.  

 

¿Existen otras teorías sobre las relaciones de pareja?  

 

Son diversos los autores que han tratado de explorar el mundo de los sentimientos, el cariño y la pasión. Uno de ellos es Robert Sternberg, quien postuló la teoría triangular del amor.  

 

Para el autor, este sentimiento está compuesto por tres dimensiones que se manifiestan en cualquier relación amorosa: intimidad, pasión y compromiso.  

 

La intimidad comprende el nivel de cercanía y la conexión que hay entre las personas que forman parte del vínculo. La pasión es el componente de excitación y los sentimientos que tenemos de estar físicamente con nuestra pareja. Mientras que el último pilar de Sternberg es el compromiso.  

 

Estos elementos forman una pirámide, con la intimidad en la cima y la pasión y el compromiso como pilares a los lados. Sus diferentes combinaciones dan lugar a distintos tipos de relaciones amorosas. Siguiendo esta lógica, la presencia o ausencia de cada uno de ellos determina la naturaleza y la dinámica de la relación.  

 

Algunas de estas combinaciones son:  

 

Amor consumado: cuando se experimentan los tres componentes en su máximo esplendor. Se distingue por una conexión profunda, una pasión encendida y un fuerte compromiso.  

 

Amor romántico: la pasión y la cercanía son dominantes, aunque el compromiso es poco sólido. Es similar a la etapa del enamoramiento.  

 

Amor compañero: se fundamenta en la intimidad y el compromiso, aunque la fogosidad es limitada. Se parece a una amistad cercana.  

 

Amor fatuo: se caracteriza por la pasión y el compromiso, pero la intimidad es superficial. Está basado principalmente en la atracción física.  

 

¿Cuáles son los beneficios del amor en nuestra salud?  

 

Enamorarse afecta nuestro estado de ánimo. Puede hacerlo positiva o negativamente. El amor es un sentimiento poderoso que nos exalta y nos hace sentir en la cima del mundo cuando amamos o nos sentimos amados. Pero la otra cara de la moneda implica que, cuando lo perdemos o imaginamos esa posibilidad, nos podríamos ver afectados por la sensación de ansiedad, angustia o incluso episodios depresivos.

 

Sin embargo, no solo afecta a la serotonina, las endorfinas y la dopamina, sino también a los niveles de estrógeno. Sentirnos enamorados provoca el aumento de estas hormonas y, con ello, mejora considerablemente la apariencia de nuestra piel, luciendo más firme, elástica y radiante.  

  
Por lo tanto, no es de extrañar que nos veamos más atractivos cuando estamos enamorados, ya que realmente lo somos. La ciencia demuestra que los estrógenos tienen colágeno, elastina y ácido hialurónico, que hidratan la piel y la mantienen joven y saludable. De hecho, también se pueden apreciar otros beneficios en este órgano, como una cicatrización más rápida de las heridas y una disminución de las arrugas.  

 

Además, también es sumamente beneficioso para el sistema inmunológico y nuestro corazón. La reducción de los niveles de estrés hace que el cuerpo humano sea más resistente a los microorganismos, pues se activan los genes que nos protegen. Además, esto regula la liberación de hormonas como el cortisol, que elevan la presión arterial y el ritmo cardíaco.  

 

El amor es un fenómeno biológico en el que todo el cuerpo participa. El cerebro y las glándulas producen sustancias químicas que se comunican entre sí, provocando cambios importantes en nuestra salud. En este apasionante viaje a través de la bioquímica del amor, queda claro que esta emoción trasciende hasta las raíces mismas de nuestro ser.