Esta enfermedad disminuye la expectativa de vida. Por eso es importante prevenirla desde los primeros años, creando hábitos saludables en los niños.
Además de ser un aliado en la prevención de la diabetes y el sobrepeso, cuenta con distintos nutrientes de gran valor para la salud.
La clave está en tener una alimentación variada con un adecuado aporte de proteínas, vitaminas, ácidos grasos omega 3 y minerales.
Lo ideal, es comer dentro de la primera hora luego de despertar, eso garantizará la energía y nutrientes necesarios para enfrentar el día.
Luego de la menopausia, la barrera protectora de las hormonas se acaba, por lo que los riesgos de padecer patologías cardiacas aumentan.
Especialistas aseguran que con control médico y siguiendo las instrucciones necesarias, no hay riesgo de llevar este tipo de régimen alimenticio.
Se aconseja comer alimentos como porotos, lentejas y garbanzos, una o dos veces a la semana, dado que aportan energía, hierro, fibra, entre otros.
Esta conducta alimentaria puede generar problemas importantes a nivel nutricional, además de afectar el ámbito social de la persona.
Calcio, hierro y yodo son algunos de los nutrientes fundamentales para mantener un equilibrio en el organismo y evitar enfermedades.
El consumo de frutas, verduras, cereales, lácteos y agua es indispensable para una alimentación balanceada que ayude al buen rendimiento.
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