Cómo opera el robot
El Da Vinci posee dos módulos, los cuatro brazos que permiten operar al paciente mediante laparoscopía y un terminal de control o consola, situada a unos metros de la mesa de operaciones, desde donde el cirujano dirige en forma remota los movimientos del robot en tiempo real.
Uno de los brazos del equipo contiene una cámara de alta resolución que se introduce a través de pequeños orificios para entregar al especialista una visión 3D de la zona a tratar. Con esto logra una mayor percepción de la profundidad y detalles del campo operatorio, que la que consigue en la cirugía abierta y en la laparoscópica tradicional.
En tanto, los otros tres brazos permiten manipular, dentro del espacio quirúrgico, útiles intercambiables (como pinzas o tijeras, por ejemplo).
