El infarto agudo al miocardio es la obstrucción de una arteria del corazón que compromete la irrigación y genera un área de necrosis (muerte de células cardiacas) de tamaño variable. El tratamiento más efectivo es la angioplastía con un Stent, que se implanta de manera percutánea restableciendo el flujo.
La enfermedad coronaria es una condición crónica, por lo cual es necesario cambiar hábitos como dejar el tabaco, realizar actividad física de acuerdo a indicaciones del kinesiólogo y mantener una alimentación saludable. También requiere llevar una terapia farmacológica ordenada, de acuerdo a indicaciones médicas.
El día de ingreso para la cirugía, deberás traer todos los exámenes y antecedentes.
Serás evaluado por diversos especialistas de áreas que incluyen: cirugía cardíaca, anestesia cardiovascular, cardiología y kinesiología.
Cada uno te explicará las etapas y procesos de atención de su área, y aclararán dudas e inquietudes.
Además, se solicitará firmar los consentimientos informados para la cirugía y anestesia.
Una vez realizada la cirugía, el cirujano comunicará a tu familia los resultados de su intervención y el plan de manejo a seguir.
Cuando salgas de pabellón estarás bajo los efectos de anestésicos, conectado a un ventilador mecánico y despertarás en la Unidad de Cuidados Intensivos de Cardiología.
Progresivamente se irá retirando elementos de monitorización y medicamentos intravenosos durante las primeras 24 horas. Una vez fuera de ventilación mecánica, y sin apoyo de medicamentos, se iniciará tu deambulación y realimentación. Podrás ser trasladado a Cuidados Intermedios y luego a una pieza con monitorización.
Habitualmente, al tercer día postoperatorio debieras estar en una pieza monitorizada, deambulando con ayuda de kinesiólogos y alimentándote normalmente.
Durante todo el proceso postoperatorio serás evaluado diariamente por tu cirujano, cardiólogo, kinesiólogos, nutricionistas y equipo de enfermería.
Se utiliza analgesia continua para minimizar las molestias y favorecer la rehabilitación oportuna y precoz.
Un equipo multidisciplinario completo vigilará tu recuperación en forma integral. Por ejemplo: reinicio de fármacos habituales, ritmo de sueño, alimentación, levantada progresiva y rehabilitación cardiovascular, entre otros factores.
Se realiza una evaluación constante del estado de salud. Es muy importante mantener una comunicación activa y siempre avisar en caso de dolor u otra molestia.
Iniciarás la rehabilitación el mismo día de tu cirugía, según tu condición de salud y previa indicación médica. La rehabilitación cardíaca precoz es de gran importancia para la prevención de complicaciones respiratorias y motoras.
El alta será determinada por tu cirujano cardíaco y programada habitualmente entre los días 5 y 7 postoperatorios, según tu evolución.
Recibirás indicaciones claras sobre cuidados postoperatorios, el tratamiento farmacológico, futuros controles y exámenes por parte de tu cardiólogo y cirujano tratantes.
Se te entregará un folleto con información educativa.
Será controlado por tu cardiocirujano (entre el 7 y el 10 día posterior al alta) y tu cardiólogo (entre los 15 y 20 días), quienes verán tu evolución, el cumplimiento de las indicaciones farmacológicas y harán las modificaciones necesarias.
Serás evaluado por el equipo de kinesiología e iniciarás tu programa de Rehabilitación Cardiovascular.