Si siente palpitaciones, hormigueo en manos, pies o cara y sensación de ahogo quizás acuda de emergencia a un centro asistencial pensando en un posible ataque cardiaco. No obstante, estos síntomas pueden ser una señal de una crisis de pánico.
La doctora Alejandra Rodríguez, psiquiatra de Clínica Alemana, explica que “el trastorno de pánico es una situación crónica en que la persona presenta, de manera súbita, angustia o miedo intenso asociado a diversos síntomas y, posteriormente, temora sufrir nuevas crisis, lo que lleva a evitar situaciones que podrían gatillarlas o cambios conductuales secundarios a las crisis, como consultas repetidas al servicio de urgencia”.
La mayoría de los pacientes cree erróneamente que son incapaces de hacerse cargo de ellos mismos durante una crisis y se sienten inseguros en muchas situaciones. Aproximadamente, el 40% de ellos reúne criterios para agorafobia (ansiedad y evitación de lugares en que escapar o recibir ayuda durante una crisis puede ser difícil).
Si bien no se sabe la causa de este trastorno, algunos estudios sugieren que los ataques de pánico iniciales pueden ser el resultado de una vulnerabilidad genético/biológica y su desencadenante un distrés. Suele darse en personas jóvenes, entre fines de la adolescencia y los 25-30 años, principalmente en mujeres.
¿Cómo reconocer un ataque de pánico?
La especialista aclara que “al iniciarse un episodio, hay una aparición temporal y aislada de miedo o malestar intenso, acompañada de cuatro o más de los siguientes síntomas, que se inician bruscamente y alcanzan su máxima expresión en los primeros 10 min”.
1.- Palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardiaca
2.- Sudoración
3.- Temblores o sacudida
4.- Sensación de ahogo o falta de aliento
5.- Sensación de atragantarse
6.- Opresión o malestar torácico
7.- Náuseas o molestias abdominales
8.- Inestabilidad, mareo o desmayo
9.- Desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (estar separado de uno mismo)
10.-Miedo a perder el control o volverse loco
11.-Miedo a morir
12.-Parestesias (sensación de entumecimiento u hormigueo)
13.-Escalofríos o sofocaciones
¿Cuál es el tratamiento?
“En los casos más leves, en que sólo hay crisis infrecuentes sin evitación fóbica, se recomienda educar sobre la ansiedad, asistir a psicoterapia de apoyo para lidiar con los estresores cotidianos y aprender técnicas de relajación. Si las crisis se hacen más frecuentes y aparecen conductas evitativas se debe indicar tratamiento farmacológico o terapia cognitivo conductual. Para los casos más severos o complejos, la farmacoterapia es indicación de primera línea”, finaliza la doctora.
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