¿Qué es la parálisis de Bell?

22/01/2003
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¿Qué es la parálisis de Bell?

Es importante señalar que el diagnóstico lo debe hacer un médico ya que existen muchas causas de parálisis facial, que es necesario descartar.


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Qué pensaría si de pronto todo un lado de su cara se recogiera, y comenzara a sentir su rostro pesado? ¿O si al tocarse, se diera cuenta que ha perdido parte de la sensibilidad en su cara? Seguramente se asustaría. O correría lo más rápido posible hacia un doctor. Porque claramente sentirse paralizado en algún lugar del cuerpo no debe ser ninguna gracia.

Sin embargo este trastorno, conocido como Parálisis de Bell, es más común de lo que se piensa y las personas afectadas generalmente se recuperan en un cien por ciento de los síntomas que provoca este tipo de parálisis. La Doctora Loreto Díaz, fisiatra de Clínica Alemana, explica en detalle de qué se trata esta enfermedad, sus cuidados y los tratamientos disponibles actualmente para los pacientes que quedan con secuelas.

La parálisis de Bell o parálisis facial idiopática es una parálisis o debilidad aguda de los músculos de un lado de la cara, sin causa detectable, de origen desconocido, que afecta tanto a hombres como mujeres especialmente entre los 15 y los 40 años, con una incidencia de 23 por 100.000 personas por año. Generalmente la parálisis facial se instaura en el curso de horas a tres días. Es un diagnóstico de exclusión.

La causa no está clara, se han propuesto factores metabólicos, autoinmunes, isquemia vascular e infecciones virales entre otros, esta última ha ganado popularidad desde que se ha aislado el genoma del virus Herpes Simple 1 en algunos pacientes con esta enfermedad.

La lesión que se produce en el nervio resulta de una combinación de factores, la hipótesis más difundida es que la inflamación del nervio produce una hinchazón o edema de este, el cual al encontrarse en un canal óseo se comprime y lo daña, lo que impide su adecuado funcionamiento.

La parálisis de Bell afecta los músculos que controlan las expresiones faciales, tales como la sonrisa, la mirada de reojo, el parpadeo o el cierre del párpado. El ojo puede llorar al no poder parpadear de forma efectiva.

Los síntomas de la parálisis de Bell son:
Parálisis o debilidad de un lado de la cara: Incapacidad para cerrar el ojo del lado afectado de la cara, inclinación de la boca, sensación de pesadez de la cara.
Pérdida de sensibilidad en la cara.
Dolores alrededor del oído.
Lagrimeo.
Babeo.
Pérdida del sentido del gusto en las dos terceras partes anteriores de la lengua.
Hipersensibilidad al sonido en el oído afectado.
Dolor de cabeza.

Tratamiento
Aproximadamente el 85% de las personas con parálisis de Bell, presentarán una completa recuperación de forma espontánea. El 15% sufre secuelas de moderadas a graves. Para las personas que quedan con estas secuelas, es posible tratarlas actualmente con tratamientos de Botox.

Medicamentos:
Para reducir la inflamación (corticoesteroides).
Analgésicos - para aliviar el dolor.
Medidas físicas:
- Protección del ojo de la sequedad e irritación por cuerpos extraños: gafas de sol, tapar el ojo con un parche oclusivo y aplicar pomada protectora durante el sueño. Lágrimas artificiales durante el día.
- Masajes suave de drenaje y ejercicios.

Pronóstico
Actualmente, no se conoce una cura para la parálisis facial de Bell. La recuperación empieza normalmente de 3 semanas a 6 meses, a partir del inicio de los síntomas. La recurrencia de los síntomas en el futuro es rara, aunque algunos pacientes experimentan problemas residuales. La mayoría de las personas con parálisis facial de Bell recuperan completamente la fuerza y la expresión facial, normalmente tardan de semanas a meses.

En un 15% de los casos la evolución se ve complicada por secuelas: persistencia del déficit, que expone a lesiones corneales, hemiespasmo facial, caracterizado por una mezcla de paresia persistente, de contractura que tiende durante el reposo a borrar la asimetría facial o aún invertirla, y por contracciones sincinéticas anormales que ocurren durante la movilización de la cara, y que se atribuye a 'errores' de dirección durante la remielinización de las fibras nerviosas, así se puede apreciar que, cuando el paciente intenta esbozar una sonrisa, se produce lagrimeo 'fenómeno de lágrimas de cocodrilo'. En estos casos se realiza tratamiento de reentrenamiento neuromuscular específico para cada caso con técnicas que facilitan la actividad muscular simétrica y de inhibición y control de los movimientos involuntarios no deseados.

Es importante señalar que el diagnóstico lo debe hacer un médico ya que existen muchas causas de parálisis facial, que es necesario descartar.



Esta información es meramente informativa y no sustituye la opinión de un profesional de salud. Ante cualquier síntoma o molestia, te recomendamos consultar con tu médico. Además, ten en cuenta que, debido a la naturaleza cambiante de los temas tratados en este artículo, algunos conceptos pueden sufrir modificaciones desde la fecha original de la publicación.
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