Cómo combatir la tartamudez en los niños

19/02/2004
1 min lectura
Cómo combatir la tartamudez en los niños

Añade que esta condición se puede originar de manera fisiológica en los dos o tres años, lo que se produce por un gran desarrollo del lenguaje donde los menores no alcanzan a coordinar lo que quieren decir con lo que realmente piensan.

Esta etapa es normal en el desarrollo de los niños y no es necesario consultar inmediatamente a un especialista.

Es importante que los padres y las tías en los jardines infantiles no hagan consciente al pequeño del problema, para que la dificultad al hablar desaparezca de manera natural.

Sin embargo, desde que los menores cumplen cuatro años ya se considera la tartamudez o espasmofemia como una alteración. Esta condición se presenta de forma tónica cuando el niño no es capaz de decir correctamente una palabra y se produce un aumento del tono muscular.

Asimismo, se origina de manera clónica cuando comienzan a repetir algunas sílabas. Ambas se pueden presentar combinadamente.

¿Cómo ayudarlos?

La especialista explica que el tratamiento es principalmente fonoaudiológico. Lo primero que se trabaja es la respiración, la que debe ser de tipo nasal y costodiafragmática. Asimismo, se maneja el ritmo para que el habla tenga una cierta melodía, junto a ejercicios de coordinación fonorespiratorios.

También se conversa al unísono con el menor y se leen párrafos de algún libro para que él se escuche a sí mismo.

Se recomienda que los niños tartamudos coordinen su respiración con el inicio de la fonación; que hablen lentamente y de forma pausada; que articulen correctamente, separando arcadas dentarias; que proyecten el sonido y que detecten las situaciones que les provocan un aumento de la tartamudez.

También es aconsejable que cuando tengan una presentación oral en el colegio se preparen con anticipación, no permitan interrupciones ni preguntas de sus compañeros y utilicen material audiovisual de apoyo.

Es importante destacar que el tratamiento fonoaudiológico debe ir acompañado de un apoyo psicológico para que el menor mejore su autoestima, esté confiado, desenvuelto y tenga más oportunidades de comunicarse.

Lídice Núñez recalca que los pequeños deben aprender a enfrentar su problema. 'En la medida en que lo manejen correctamente y asistan a las sesiones de trabajo, la tartamudez va a ir disminuyendo considerablemente, hasta ser casi imperceptible para el resto de las personas', concluye.

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Repetición constante de sílabas, palabras que se traban y un lenguaje a veces incomprensible para los padres, son algunos de los síntomas que presentan los menores tartamudos, lo que requiere de un tratamiento precoz.

La fonoaudióloga de Clínica Alemana Lídice Núñez explica que esta patología es 'una alteración en la fluidez del habla', que se produce principalmente por causas genéticas y es cuatro veces más frecuente en hombres que en mujeres.

Añade que esta condición se puede originar de manera fisiológica en los dos o tres años, lo que se produce por un gran desarrollo del lenguaje donde los menores no alcanzan a coordinar lo que quieren decir con lo que realmente piensan.

Esta etapa es normal en el desarrollo de los niños y no es necesario consultar inmediatamente a un especialista.

Es importante que los padres y las tías en los jardines infantiles no hagan consciente al pequeño del problema, para que la dificultad al hablar desaparezca de manera natural.

Sin embargo, desde que los menores cumplen cuatro años ya se considera la tartamudez o espasmofemia como una alteración. Esta condición se presenta de forma tónica cuando el niño no es capaz de decir correctamente una palabra y se produce un aumento del tono muscular.

Asimismo, se origina de manera clónica cuando comienzan a repetir algunas sílabas. Ambas se pueden presentar combinadamente.

¿Cómo ayudarlos?

La especialista explica que el tratamiento es principalmente fonoaudiológico. Lo primero que se trabaja es la respiración, la que debe ser de tipo nasal y costodiafragmática. Asimismo, se maneja el ritmo para que el habla tenga una cierta melodía, junto a ejercicios de coordinación fonorespiratorios.

También se conversa al unísono con el menor y se leen párrafos de algún libro para que él se escuche a sí mismo.

Se recomienda que los niños tartamudos coordinen su respiración con el inicio de la fonación; que hablen lentamente y de forma pausada; que articulen correctamente, separando arcadas dentarias; que proyecten el sonido y que detecten las situaciones que les provocan un aumento de la tartamudez.

También es aconsejable que cuando tengan una presentación oral en el colegio se preparen con anticipación, no permitan interrupciones ni preguntas de sus compañeros y utilicen material audiovisual de apoyo.

Es importante destacar que el tratamiento fonoaudiológico debe ir acompañado de un apoyo psicológico para que el menor mejore su autoestima, esté confiado, desenvuelto y tenga más oportunidades de comunicarse.

Lídice Núñez recalca que los pequeños deben aprender a enfrentar su problema. 'En la medida en que lo manejen correctamente y asistan a las sesiones de trabajo, la tartamudez va a ir disminuyendo considerablemente, hasta ser casi imperceptible para el resto de las personas', concluye.


Esta información es meramente informativa y no sustituye la opinión de un profesional de salud. Ante cualquier síntoma o molestia, te recomendamos consultar con tu médico. Además, ten en cuenta que, debido a la naturaleza cambiante de los temas tratados en este artículo, algunos conceptos pueden sufrir modificaciones desde la fecha original de la publicación.
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