Cardiología: Qué hay detrás de la muerte súbita?

02/10/2008
1 min lectura
Cardiología: Qué hay detrás de la muerte súbita?

Por ejemplo, se ha visto que algunos deportistas profesionales -jóvenes, cuya salud es controlada regularmente y que están supuestamente sanos- han muerto sin un aviso previo de una arritmia grave.

'Las arritmias que pueden producir una muerte súbita se dan por un desorden eléctrico del corazón que lo llevan a latir en forma muy rápida hasta desarrollar una 'fibrilación ventricular', que corresponde a la incapacidad del corazón de contraerse, lo que es sinónimo de un paro cardiaco', explica el doctor Rodrigo Montagna, cardiólogo de Clínica Alemana.

Asimismo, pueden ser el evento final de otras patologías congénitas o adquiridas, especialmente la enfermedad coronaria. Las primeras son las responsables, por ejemplo, de algunas de las muertes súbitas en recién nacidos. Pero las segundas se desarrollan con los años y pueden ser, entre otras, un infarto, el daño de alguna estructura (que puede ser a nivel molecular, por lo que no se percibe en imágenes), diversas inflamaciones y la hipertrofia (crecimiento excesivo) del músculo, lo que se puede dar en atletas por la gran cantidad de ejercicio realizado. En este último caso, las anormalidades de las cavidades del corazón sí pueden ser vistas con exámenes de radiología y ecografía.

La única forma de evitar las enfermedades cardiovasculares adquiridas es previniendo y/o controlando los factores de riesgo cardiovascular, que son: colesterol, diabetes, hipertensión, obesidad, sedentarismo y tabaquismo.

Producto de un gran esfuerzo, estrés o de las patologías mencionadas anteriormente, el corazón empieza a latir demasiado rápido (taquicardia) o tan lento (bradicardia) que no puede bombear la sangre como corresponde o, simplemente, deja de funcionar. La persona, al no llegarle sangre al cerebro, se desmaya. Si no se recupera, está frente a una arritmia fulminante, que es la razón específica de una muerte súbita.

¿Qué hacer frente a una arritmia fulminante?
Algunos de los síntomas de una arritmia son la anormalidad en los latidos cardiacos -percibidos como palpitaciones-, mareos, falta de aire, vértigo, palidez y transpiración. Este cuadro puede desarrollarse por haber tenido un infarto al miocardio, por un desequilibrio hormonal o de los elementos químicos que circulan en la sangre, o por la presencia de ciertos fármacos u otras sustancias en el torrente sanguíneo.

El doctor Montagna recomienda que, ante la persistencia de estas señales, se debe consultar al especialista. Aunque algunas arritmias pueden pasarse en forma espontánea y ser inofensivas, otras pueden ser peligrosas y llegar a producir una muerte súbita.

En este caso, la única forma de hacer que la persona afectada recupere la conciencia es practicarle resucitación cardiopulmonar y/o utilizar desfibriladores para reestablecer el pulso y la respiración, y así evitar que el cerebro y el corazón queden sin recibir la cantidad de oxígeno necesaria.

Departamento de Cardiología
Teléfono: 210 1050

 

 

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El paso entre la vida y la muerte siempre es súbito, toma sólo un segundo, pero se habla de 'muerte súbita' cuando este evento es por causas naturales e inesperadas y en una persona sana o en un enfermo que, al parecer, no estaba tan grave.

Por ejemplo, se ha visto que algunos deportistas profesionales -jóvenes, cuya salud es controlada regularmente y que están supuestamente sanos- han muerto sin un aviso previo de una arritmia grave.

'Las arritmias que pueden producir una muerte súbita se dan por un desorden eléctrico del corazón que lo llevan a latir en forma muy rápida hasta desarrollar una 'fibrilación ventricular', que corresponde a la incapacidad del corazón de contraerse, lo que es sinónimo de un paro cardiaco', explica el doctor Rodrigo Montagna, cardiólogo de Clínica Alemana.

Asimismo, pueden ser el evento final de otras patologías congénitas o adquiridas, especialmente la enfermedad coronaria. Las primeras son las responsables, por ejemplo, de algunas de las muertes súbitas en recién nacidos. Pero las segundas se desarrollan con los años y pueden ser, entre otras, un infarto, el daño de alguna estructura (que puede ser a nivel molecular, por lo que no se percibe en imágenes), diversas inflamaciones y la hipertrofia (crecimiento excesivo) del músculo, lo que se puede dar en atletas por la gran cantidad de ejercicio realizado. En este último caso, las anormalidades de las cavidades del corazón sí pueden ser vistas con exámenes de radiología y ecografía.

La única forma de evitar las enfermedades cardiovasculares adquiridas es previniendo y/o controlando los factores de riesgo cardiovascular, que son: colesterol, diabetes, hipertensión, obesidad, sedentarismo y tabaquismo.

Producto de un gran esfuerzo, estrés o de las patologías mencionadas anteriormente, el corazón empieza a latir demasiado rápido (taquicardia) o tan lento (bradicardia) que no puede bombear la sangre como corresponde o, simplemente, deja de funcionar. La persona, al no llegarle sangre al cerebro, se desmaya. Si no se recupera, está frente a una arritmia fulminante, que es la razón específica de una muerte súbita.

¿Qué hacer frente a una arritmia fulminante?
Algunos de los síntomas de una arritmia son la anormalidad en los latidos cardiacos -percibidos como palpitaciones-, mareos, falta de aire, vértigo, palidez y transpiración. Este cuadro puede desarrollarse por haber tenido un infarto al miocardio, por un desequilibrio hormonal o de los elementos químicos que circulan en la sangre, o por la presencia de ciertos fármacos u otras sustancias en el torrente sanguíneo.

El doctor Montagna recomienda que, ante la persistencia de estas señales, se debe consultar al especialista. Aunque algunas arritmias pueden pasarse en forma espontánea y ser inofensivas, otras pueden ser peligrosas y llegar a producir una muerte súbita.

En este caso, la única forma de hacer que la persona afectada recupere la conciencia es practicarle resucitación cardiopulmonar y/o utilizar desfibriladores para reestablecer el pulso y la respiración, y así evitar que el cerebro y el corazón queden sin recibir la cantidad de oxígeno necesaria.

Departamento de Cardiología
Teléfono: 210 1050

 

 


Esta información es meramente informativa y no sustituye la opinión de un profesional de salud. Ante cualquier síntoma o molestia, te recomendamos consultar con tu médico. Además, ten en cuenta que, debido a la naturaleza cambiante de los temas tratados en este artículo, algunos conceptos pueden sufrir modificaciones desde la fecha original de la publicación.
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