A medida que pasan los años, la piel se va poniendo cada vez más delicada. Es así como los adultos mayores presentan algunas complicaciones producto de la edad, los hábitos y la exposición solar acumulada, por lo que deben extremar los cuidados.
La dermatóloga de Clínica Alemana, doctora Tatiana Riveros, señala que con los años la piel tiende a secarse por disminución de la función de las glándulas sebáceas del cuerpo y se adelgaza por reducción del tejido profundo de sostén.
Asimismo, los mecanismos de cicatrización pueden ser más lentos y, en algunos casos, disminuye la sensibilidad en zonas como las piernas y los pies.
Los principales problemas que se presentan a esta edad son la sequedad de la piel, lo que produce picazón en zonas de roce como el dorso y las pantorrillas, así como también la aparición de manchas café llamadas 'léntigos', y otras casposas del mismo color, denominadas 'queratosis seborreicas', las que se producen debido a los años y al sol acumulado.
La especialista agrega que en el caso del cáncer de piel, éste se puede presentar a cualquier edad, por lo que los adultos mayores no son más propensos a esta enfermedad. Sin embargo, la falta de control periódico y el desconocimiento puede hacer que consulten en etapas más avanzadas, lo que sumado a enfermedades generales de su edad hace más difícil el abordaje quirúrgico.
Dado que la piel es más seca, la especialista recomienda que los baños sean cortos y con agua no muy caliente. Es aconsejable usar sustitutos del jabón que mantengan el pH ácido de la piel, así como también utilizar cremas emolientes que aporten humectación y grasa necesaria, enfatiza.
Además, aconseja evitar las 'friegas de colonia', ya que sólo contribuyen a secarla. Los perfumes sólo se deben poner en la ropa, no directo sobre la piel.
En caso de exposición solar, los adultos mayores deben evitar las horas de mayor radiación (entre las 11 de la mañana y las 3 de la tarde), utilizar sombrero y ropa adecuada al aire libre y aplicar filtro solar en zonas inevitablemente expuestas, aunque siempre es ideal preferir la sombra.
Los pies son las partes del cuerpo donde los adultos mayores deben extremar los cuidados, ya que la pérdida de sensibilidad favorece la aparición de úlceras y/o heridas, por lo que es importante que el calzado sea cómodo y holgado.
Por lo mismo, debe evitarse el uso de guateros que estén en contacto directo con el cuerpo, y en caso de usarlos, es recomendable sólo para calentar la cama previamente y luego quitarlos.
La doctora Riveros destaca que así como es importante cuidar la alimentación durante toda la vida, en la adultez mayor no es una excepción. Una nutrición completa y hábitos de vida saludables, sin duda favorecen la salud general y la piel en esta etapa.
El ejercicio también es beneficoso. Es aconsejable caminar, por lo menos una o dos veces al día, aunque sea poco. Y en los casos en que la persona deba estar muchas horas sentada, la doctora recomienda movilizarse o cambiar de posición de manera frecuente para evitar la formación de escaras en zonas de apoyo como los codos o glúteos.
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