Un 37,6% de los entrevistados en la Encuesta Nacional de Salud 2009-2010 reportó haber tenido un dolor musculoesquelético, sin una causa traumática, en los siete días precedentes. Un 91% de este grupo, todos mayores de 15 años,
dijo presentar dolor de intensidad mayor a 4 (en una escala de 1 a 10).
Las mujeres son las que tienen más prevalencia de dolor intenso y mayor autorreporte de diagnóstico médico de
artritis reumatoídea y
artrosis de cadera y de rodilla. Estas afecciones se diferencian por sus causas, por las estructuras que afectan y por su prevalencia.
La
artrosis es una patología degenerativa ligada al envejecimiento
y afecta con frecuencia las articulaciones. Se produce, primariamente, en el cartílago, lo que determina su disminución. Este tejido recubre y otorga suavidad al desplazamiento de las superficies de una articulación. Además,
el hueso adyacente se engruesa y forma osteofitos, especie de cachos óseos. Es más común en los dedos de las manos, columna, caderas y rodillas.
En el mediano plazo puede haber deformidad de las articulaciones y limitación
de sus movimientos, pero habitualmente no es demasiado grave y los síntomas pueden manejarse con reposo y medicamentos.
La
artrosis es una condición que se hace presente en casi todas las personas después
de los 50 años, aunque se da más tarde en los hombres. Su causa no está clara, aunque se relaciona con factores ambientales, genéticos y físicos.
Los tratamientos van desde bajar de peso y la prescripción de fármacos, hasta el reemplazo protésico de las articulaciones afectadas mediante cirugía.
Las artritis no son enfermedades tan
frecuentes y afectan preferentemente el tejido sinovial, membrana que recubre internamente una articulación. Son de carácter inflamatorio, por tal razón pueden ser muy dolorosas, provocar aumento de temperatura y enrojecimiento
de la zona afectada e, incluso, pueden ser potencialmente destructivas de forma irreversible.
Existen diferentes causas de artritis, como infecciones, depósito de cristales en la articulación -como en el caso de la
gota-, y alteraciones del sistema inmunológico o enfermedades autoinmunes, de la cuales la más característica es la artritis reumatoídea.
Las artritis se pueden clasificar según ubicación, duración y distribución. Asimismo, dependiendo de estas variables, es el tratamiento que se realice. Por ejemplo, puede ir desde el
uso de antiinflamatorios hasta inmunosupresores. Es muy importante un tratamiento precoz para inactivar la enfermedad y evitar un daño irreversible.
* Este artículo fue realizado con la colaboración del doctor Omar Valenzuela, reumatólogo de Clínica Alemana