Clínica Alemana pionera en cirugía robótica urológica con puerto único

01/06/2015
2 min lectura
Clínica Alemana pionera en cirugía robótica urológica con puerto único

Con solo 11 años, Stefany Julio Lanas se convirtió en la primera persona en Latinoamérica en someterse a una cirugía urológica robótica con puerto único, es decir, realizada a través de una sola incisión al interior del ombligo.

Su mamá, Katherine Lanas, explica que en 2012, cuando operaron a su hija de apendicitis, descubrieron que tenía el riñón derecho más pequeño. Desde entonces, Stefany se mantuvo en control médico en Calama, ciudad donde vive, hasta que en 2013 les aconsejaron venir a Santiago, a Clínica Alemana para seguir con el manejo de la enfermedad.

El año pasado, luego de varios exámenes, se definió que había que operarla, ya que este órgano estaba funcionando mal, al 3% de su capacidad, y tenía reflujo vesicoureteral avanzado, lo que hacía necesario extraerlo, de lo contrario podía desarrollar hipertensión y presentar infecciones urinarias que finalmente dañarían el otro riñón.

“El médico nos habló de cirugía robótica. No la conocíamos, pero cuando nos explicó las ventajas, no dudamos en hacerlo, porque queríamos que la operación fuera lo menos invasiva posible, y así fue: Stefany se recuperó muy rápido”, cuenta Katherine.

La cirugía robótica con puerto único ya es utilizada con éxito en Estados Unidos y Europa en distintas especialidades quirúrgicas. En urología, se usa principalmente en niños mayores y adultos, para intervenciones como estrechez de las vías urinarias, extracción de órganos que no funcionan, como fue el caso de Stefany, entre otras.

Más seguro y menos invasivo

En la cirugía de Stefany, se utilizaron en forma conjunta dos avances médicos que en urología tradicionalmente se emplean por separado: la cirugía de puerto único y la robótica. Así se sumaron los beneficios de ambas técnicas para obtener mejores resultados.

El doctor Ricardo Zubieta, cirujano de Clínica Alemana, explica que “en el caso del puerto único, la ventaja es que basta con una vía de acceso, a diferencia de lo que ocurre en la laparoscopía tradicional que requiere varias incisiones. Al hacer una sola disminuyen las molestias del paciente y se obtienen mejores resultados estéticos, ya que solo queda una cicatriz pequeña, al interior del ombligo. Además, la recuperación es más rápida, lo que permite al paciente reincorporarse rápidamente a sus actividades cotidianas”.

Estos beneficios se agregan a los de la robótica, ya que esta técnica facilita al cirujano las maniobras en el área quirúrgica, al permitir mayor destreza y precisión que la laparoscopía, dado que esta última técnica es muy compleja de efectuar cuando se hace con puerto único.

Al respecto, el doctor Marcelo Orvieto, urólogo y jefe del Equipo de Cirugía Robótica de Clínica Alemana, explica que “los avances de esta tecnología están permitiendo realizar procedimientos en forma cada vez menos invasiva y sin comprometer nuestros estándares de calidad”.

Al día siguiente de la cirugía, Stefany fue dada de alta y, junto a su mamá, salió caminando de la Clínica. “Esta vez no fue doloroso como cuando me operé de apendicitis, además, no tuve que estar tantos días en cama”, cuenta la pequeña.

Dice estar contenta por lo rápido que se ha recuperado. Está ansiosa por retomar sus actividades deportivas como fútbol, que practica desde hace un año y, más adelante, regresar a kárate, otro de sus hobbies. En cuanto al colegio, una semana después de la intervención, ya estaba en condiciones de retomar sus clases.

Cirugía robótica (56) 2 2210 1112

 

 

 


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