La inmunización salva millones de vidas y está ampliamente aceptada como una de las intervenciones sanitarias más costoeficaces y con más éxito, según datos de la Organización Mundial de la Salud, OMS. Por eso, este año, la finalidad de la Semana Mundial de la Inmunización, que se celebra del 24 al 30 de abril, es promover el uso de vacunas para proteger a personas de todas las edades. En este contexto, el temaes “Cerrar las brechas en inmunización: Inmunización para todos durante toda la vida”.
El Plan de Acción Mundial de Vacunas de este organismo internacional tiene el objetivo de alcanzar la vacunación universal para el año 2020. Dentro de sus progresos recientes está haber eliminado la rubéola y el síndrome de rubéola congénita en las Américas, siendo así la primera región en lograr esta meta.
La inmunización reduce las probabilidades de contagiar una patología grave a otras personas.
Por qué vacunarse
El doctor Pablo Vial, infectólogo de Clínica Alemana, destaca que las vacunas son una forma de inmunización activa en el que el cuerpo produce sus propias defensas cumpliendo un doble propósito: proteger de la infección y evitar que las personas se transformen en fuente de contagio.
Las vacunas que existen actualmente protegen contra enfermedades como sarampión, paperas, rubéola, hepatitis A y B, polio, tétanos, difteria, tos ferina, meningitis, neumococo y meningococo, virus papiloma humano, varicela, rotavirus y fiebre amarilla, entre otras.
La OMS dice que estos productos médicos son unos de los más seguros que se encuentran disponibles para prevenir enfermedades graves.
El doctor Vial sostiene que, en nuestro país, el Plan Nacional de Inmunizaciones se guía porlas recomendaciones de este organismo internacional y del Ministerio de Salud, a través del Consejo Asesor de Especialistas que revisa, periódicamente, el programa, la eficacia y seguridad de las vacunas en uso.
Es importante vacunarse porque:
- Evita correr el riesgo de contraer enfermedades graves que podrían prevenirse con vacunas.
- Previene las complicaciones de ciertas enfermedades en grupos de riesgo como niños, adultos mayores, mujeres embarazadas y pacientes que tienen una afección crónica o el sistema inmunitario débil.
- Reduce las probabilidades de contagiar una patología grave a otras personas.
- Evita la propagación de enfermedades.
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