
Los óvulos además de ser indispensables para la fertilización y gestación del embrión producen hormonas que se envían a todo el organismo el cual actúa según ciertos fenómenos. “La producción de estrógenos, progesterona y testosterona protegen al organismo de enfermedades”, explica la doctora Paula Vanhauwaert, ginecóloga de Clínica Alemana.
Cuando se acaban esos óvulos y se deja de producir hormonas ocurre la menopausia en la mujer. Comúnmente, tiene lugar a los 50 años, pero desde los 45 ya se considera una edad normal. En cuanto a la menopausia prematura la especialista comenta que solo el 1% de la población lo padece.
“En esta etapa también la mujer experimenta cambios sociales importantes: lo más probable es que los hijos se hayan ido de la casa y el marido y/o ellas mismas estén por jubilar, muchas se hacen cargo de sus propios padres. “Sumado a las señales biológicas se recomienda asistir a consulta ginecológica periódicamente”, explica la ginecóloga experta en Climaterio.
Las características biológicas que experimenta el organismo ante la menopausia son más de 200, las más comunes son:
• Dolores óseos
• Cambios corporales (alza de peso y aumento de cintura)
• Bochornos
• Disminución del apetito sexual
• Problemas en lubricación vaginal
• Insomnio
• Cambios frecuentes del ánimo
• Resequedad en la piel
• Caída de cabello
Según la historia clínica y los antecedentes familiares es que se recomendará llevar a cabo una terapia hormonal.
El instaurarla al inicio de la menopausia disminuirá la sintomatología haciéndola más llevadero y además “en comparación con otros ciclos de la vida la mujer, queda más expuesta a padecer infarto, osteoporosis y demencias, entre otros, lo que se podría prevenir con el uso de la terapia hormonal”, comenta la especialista.
La dosis a ocupar es la mínima y según los resultados podría ajustarse. El tipo de hormona a usar también es personalizado, por ejemplo, en los casos en que la paciente tiene útero necesitará de progesterona además de estrógeno.
Se recomienda iniciar el tratamiento hasta 10 años después de haber sido detectada la menopuasia, tras este tiempo se producen cambios en el organismo que la hacen más riesgosa que beneficiosa. Sin embargo, una vez iniciada la terapia se puede mantener indefinidamente. En caso de haber transcurrido más tiempo hay otras alternativas de tratamiento seguras.
Para reducir los riesgos de la terapia hormonal de la menopausia junto al especialista se debe considerar:
• Probar la dosis de hormona más baja necesaria: el estrógeno y la progestina o las otras hormonas que se usan, están disponibles en muchas formas, que incluyen píldoras, parches para la piel, geles y cremas vaginales. El tipo y dosis de la hormona debe ser personalizado.
• Estilo de vida saludable: llevar una dieta saludable enfocada en el consumo de frutas, vegetales, granos integrales y proteína baja en grasa. Mantener un peso saludable. No fumar. Realizar actividad física regular y tener una vida familiar y social placenteras (evitar el estrés).
• Consulta al médico: se sugiere realizarse controles habituales en la Unidad de Endocrinología Ginecológica y Climaterio de la Clínica Alemana, ya que aquí los especialistas podrán evaluar los factores de riesgo cardiovascular, calidad de vida y la necesidad de recibir alguna terapia adicional para asegurarte de que los beneficios de la terapia hormonal continúen superando los riesgos y para hacer los estudios de detección de cáncer, como las mamografías y los exámenes pélvicos.
Las mujeres con problemas de coagulación de la sangre, con alguna disfunción vascular y otras enfermedades específicas, no pueden tomar cualquier hormona “La mejor alternativa es usar estrógenos a través de la piel, usar otro tipo de hormonas o tratamientos no hormonales según sea el caso”, recomienda la experta.