Si hago deporte, por qué subo de peso?

12/06/2011
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Si hago deporte, por qué subo de peso?

Llevas meses yendo al gimnasio, tres veces por semana, casi nunca faltas y sigues al pie de la letra la rutina dada. Sin embargo, en el momento decisivo, cuando por fin es hora de ver los resultados, te subes a la balanza y te das cuenta de que, en vez de bajar de peso, ¡tienes un par de kilos más! ¿Qué pasó?

Si bien la mejor manera de mantenerse en forma es realizando actividad física, esto no significa necesariamente que al aumentar el ejercicio, el peso disminuya. Eso depende de lo que se practique y de cuáles son los objetivos planteados.

El doctor Gonzalo Fernández, deportólogo de Clínica Alemana, explica que hay casos en que al realizar deporte se produce un alza de peso porque el entrenamiento es de alta intensidad y tiene un componente importante de desarrollo de la fuerza muscular (pesas), lo que se traduce en un cambio de la composición corporal.

“Quienes realizan deporte de manera habitual, sobre todo los que van al gimnasio y aquellos que requieren un entrenamiento de fuerza muscular, suelen experimentar una pérdida de tejido graso en el cuerpo y un aumento de la masa muscular, lo que se traduce en mayor peso”, afirma.

Sin embargo, precisa que a veces la causa del aumento de peso no se debe al tipo de ejercicio, sino más bien a que no se está haciendo una cantidad suficiente de actividad física o a que la dieta es inadecuada.

Entonces, ¿qué hacer para bajar de peso?

El doctor Fernández explica que el ejercicio es una excelente herramienta para combatir el sobrepeso, pero para obtener los beneficios deseados es recomendable elegir la mejor alternativa de entrenamiento dependiendo de los objetivos y de las condiciones de salud de cada persona.

Para bajar de peso, lo ideal es:

-Practicar ejercicio de tipo aeróbico, es decir, una actividad que signifique un esfuerzo continuo en el tiempo, como trote, bicicleta, elíptica y natación, entre otras.
-Realizarlo a una intensidad moderada y con una duración mayor a 30 minutos.
-Hacer actividad física la mayor cantidad posible de días a la semana, de hecho los últimos estudios recomiendan entrenar diariamente.
-Acompañar el ejercicio de una dieta adecuada y equilibrada.

Todos estos elementos favorecen el uso del tejido adiposo como fuente de energía.


Esta información es meramente informativa y no sustituye la opinión de un profesional de salud. Ante cualquier síntoma o molestia, te recomendamos consultar con tu médico. Además, ten en cuenta que, debido a la naturaleza cambiante de los temas tratados en este artículo, algunos conceptos pueden sufrir modificaciones desde la fecha original de la publicación.
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