Alergia a la proteína de la leche de vaca: Un diagnóstico cada vez más frecuente

31/05/2012
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Alergia a la proteína de la leche de vaca: Un diagnóstico cada vez más frecuente

En la actualidad, es muy frecuente escuchar a las mamás de niños pequeños hablar sobre la alergia a la proteína de la leche de vaca que afecta a sus hijos. Efectivamente, explica la doctora Isabel Miquel, gastroenteróloga infantil de Clínica Alemana, “a medida que los países salen del subdesarrollo aumenta el diagnóstico de alergia, que es lo que ha ocurrido en Chile los últimos años”.

La alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV) se define como una reacción adversa producida por la exposición a la proteína láctea, ya sea a través de la leche materna o de fórmulas lácteas. Durante el primer año de vida, esta respuesta inmunológica es la forma más frecuente de presentación de alergia alimentaria.

La especialista explica que no existen síntomas ni signos específicos de APLV. La mayoría de las veces las manifestaciones ocurren luego de las primeras semanas de introducción de leche de vaca, y los órganos afectados son aparato digestivo, piel, y tracto respiratorio. Además, se puede presentar como shock anafiláctico en 0,8 a 9% de los casos.

Los síntomas digestivos son regurgitaciones y vómitos, diarrea, deposiciones con sangre, constipación, irritabilidad y cólicos. En tanto, en la piel se manifiesta con dermatitis atópica. A veces, estos signos son acompañados de mal incremento de peso y estatura, y en ocasiones puede haber problemas respiratorios, como rinitis.

La doctora Miquel asegura que el diagnóstico se realiza frente a síntomas que hacen sospechar de APLV, ante lo cual se debe indicar una suspensión de la proteína láctea por 2 a 4 semanas. Si el lactante está recibiendo solo leche materna es la madre la que debe suspender los lácteos de su dieta, si está recibiendo fórmula se deba cambiar ésta por una extensamente hidrolizada  buscar un término más conocido.

A las cuatro semanas, se realiza una contraprueba con leche de vaca, ya sea en la madre -quien debe ingerir nuevamente lácteos- o volver a la fórmula láctea habitual al lactante, si reaparecen los síntomas esto confirma el diagnóstico de APLV.

Cuando esto ocurre, el tratamiento consiste en la suspensión de todos los lácteos en la dieta materna o cambiar a una fórmula altamente hidrolizada o de aminoácidos hasta los seis meses o el año de edad.

Complicaciones de no tratarla
Todas las manifestaciones clínicas se mantienen e incluso pueden empeorar, además se puede producir anemia, mal aumento en el peso y la talla. Incluso, el paciente puede sensibilizarse a otros alimentos.

Departamento de Pediatría

Teléfono: 2101015



Esta información es meramente informativa y no sustituye la opinión de un profesional de salud. Ante cualquier síntoma o molestia, te recomendamos consultar con tu médico. Además, ten en cuenta que, debido a la naturaleza cambiante de los temas tratados en este artículo, algunos conceptos pueden sufrir modificaciones desde la fecha original de la publicación.
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