A simple vista, parece ser otra serie de juegos infantiles ubicados en plazas o parques. Sin embargo, se trata de los ya populares “gimnasios al aire libre”, concepto que aterrizó en Chile en 2006.
Entre los equipos más destacadosestán las trotadoras, elípticas, camillas para abdominales, pedaleras, péndulo, rueda y máquinas multiuso. Estos permiten el fortalecimiento de la musculatura, la promoción de la vida sana, el contacto con la naturaleza y el término del sedentarismo.
El doctor Gonzalo Fernández, deportólogo de Clínica Alemana, sostiene que estos espacios constituyen una manera fácil de practicar actividad física, ideal para aquellas personas que cuentan con poco tiempo.
“Estos gimnasios al aire libre están recomendados para personas mayores de 15 años, ya que a esa edad existe un desarrollo adecuado en cuanto a tamaño, fuerza y coordinación”, explica el especialista.
Lo importante, eso sí, es saber utilizarlos. En este sentido, hay que leer con atención las instrucciones escritas en cada máquina o seguir las indicaciones del profesor de educación física, que capacita a los usuarios de algunas comunas. De lo contrario, existe la posibilidad de sufrir contracturas musculares, desgarros, tendinopatías, entre otras lesiones, las mismas que pueden ocurrir en un gimnasio tradicional.
Con respecto al tipo de ejercicio, este depende del historial médico de cada persona. La frecuencia recomendada de entrenamiento es de tres veces por semana. Con la ayuda de un profesional es posible crear un plan adecuado para cada uno, según sus objetivos.
Hidratación: en verano, consumir entre 750 y 1.000 cc. de agua por cada hora de ejercicio. En invierno, 500 cc. es adecuado.
Flexibilidad: después de cada sesión de ejercicios se recomienda hacer elongaciones.
Ropa adecuada: idealmente, hay que utilizar zapatillas de running y poleras de dry fit, ya que absorben la humedad.
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Los gimnasios al aire libre, además, constituyen una herramienta eficaz para enfrentar el sobrepeso, condición que afecta al 39% de los mayores de 15 años en Chile, según la Encuesta Nacional de Salud 2010. |
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