La importancia de la colonoscopía

06/04/2013
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La importancia de la colonoscopía

Artículo realizacon en la colaboración con del Dr. Roque Sáenz, jefe del Servicio de Endoscopía Digestiva.

 

En los últimos años las muertes por cáncer de colon han ido en aumento en el país. Según cifras del Ministerio de Salud, solo en 2010, murieron alrededor de 1.800 chilenos por esta causa. La mayoría de estos casos se podría haber evitado si las personas con mayor riesgo se hubiesen realizado un chequeo preventivo, de manera de identificar la enfermedad a tiempo, lo que aumenta las posibilidades de tratarla con éxito

 

El examen que se utiliza para detectar lesiones pre-malignas –como pólipos (adenomas)–, extirparlas y evitar así el desarrollo de esta enfermedad, es la colonoscopía, un procedimiento mínimamente invasivo, realizado bajo sedación, que permite explorar en forma completa la mucosa del intestino grueso. De esta forma, el médico puede ver y detectar con bastante precisión si existe alguna anomalía. Ciertas lesiones pueden tratarse parcial o totalmente durante el mismo estudio, como un pólipo, y otras pueden ser estudiadas por medio de la toma de una muestra de tejido (biopsia) que luego es analizada por el patólogo.

 

El procedimiento, que toma entre 20 minutos y una hora de acuerdo a la complejidad del caso y de los hallazgos, consiste en introducir una sonda flexible a través del recto, con una cámara en miniatura en su extremo.

 

Cuando el examen preventivo es en individuos o grupos acotados, se realiza directamente la colonoscopía. En el caso de estudios de población, se efectúa primero un test inmunológico para hemorragias ocultas, como una forma de seleccionar el número de exámenes. En aquellos que resultan positivos, se hace la colonoscopía. Existen, sin embargo, lesiones pre-malignas como los pólipos, que pueden no sangrar, por lo que el examen es negativo, pero igual tienen que ser extirpadas.

¿Quiénes deben realizarse una colonoscopía?

Tienen más riesgo de desarrollar cáncer colorrectal quienes presentan síntomas y signos que pueden deberse a enfermedades que alteran el colon, como hemorragias, anemia, diarrea crónica o aguda, mucosidad en deposiciones, baja de peso, masa abdominal y obstrucción intestinal.

 

También es aconsejable que se lo realicen quienes han tenido diverticulitis aguda –una vez superada la crisis y cuando existe sospecha de enfermedad inflamatoria intestinal, colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn, de años de evolución, entre otras.


También deberían someterse a este examen, aunque estén asintomáticos, los mayores de 50 años, personas con antecedentes familiares de cáncer de colon, poliposis o enfermedades asociadas. Asimismo, se indica en pacientes con más de ocho años de enfermedad inflamatoria intestinal del colon u operados y tratados de cáncer de colon, entre otros.

Dependiendo del caso y de los resultados de la colonoscopía, algunos pueden realizársela cada cinco o diez años, mientras que otros deben hacérsela anualmente o cada tres años.


Esta información es meramente informativa y no sustituye la opinión de un profesional de salud. Ante cualquier síntoma o molestia, te recomendamos consultar con tu médico. Además, ten en cuenta que, debido a la naturaleza cambiante de los temas tratados en este artículo, algunos conceptos pueden sufrir modificaciones desde la fecha original de la publicación.
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