Como siempre, llega la primavera y con ella estornudos, congestión, picazón de nariz y de garganta, entre otros. Lo cierto es que aunque se esté al tanto de lo que a algunos les pasa en esta época, las personas no consultan a tiempo y reviven estos síntomas año a año.
Muchas veces no se consulta porque se cree que es un simple resfrío y que pasará en un par de días. Sin embargo, después de semanas, las molestias persisten y solo ahí, se asume que lo que se tiene es alergia o rinitis de la primavera.
Si bien el resfrío y la rinitis de la primavera tienen ciertas similitudes, la doctora Ana María Gallardo, inmunóloga de Clínica Alemana, explica que “el primero es un cuadro de origen viral, es decir, infeccioso, que se acompaña de decaimiento, dolores musculares, a veces fiebre que generalmente no supera las 38,5°C, dolor de garganta y disminución del apetito, lo que dura aproximadamente entre tres y cinco días”.
“En tanto, la rinitis de la primavera no se presenta con estos síntomas, sino que se manifiesta con mucha picazón de nariz, ojos, paladar, estornudos frecuentes, que tienden a persistir durante toda la estación primaveral, alterando de manera importante la calidad de vida”, agrega la especialista.
Además de que la alergia influye en la calidad de vida por la incomodidad que provoca, es importante tratarla porque si no aumentan las probabilidades de contraer resfríos. “Lo que sucede es que la alergia respiratoria produce inflamación de la mucosa nasal que se traduce en edema, incremento de la producción de secreciones y deterioro de los mecanismos de defensa de esta. Todos estos factores contribuyen a la mayor frecuencia de infecciones respiratorias virales y bacterianas en los pacientes que no tratan bien su alergia.
La doctora Gallardo asegura que actualmente, según distintos estudios la prevalencia de la rinitis alérgica ha aumentado en la mayoría de los países en las últimas décadas, aunque la causa de esto no es tan clara, probablemente debido a las condiciones ambientales de la vida actual como mejor higiene, mayor uso de antibióticos, cambios en la ventilación y sistemas de calefacción, entre otras cosas.
Para prevenir esta rinitis se debe evitar los pólenes, lo que resulta complejo. Sin embargo, existen recomendaciones importantes para sobrevivir a la primavera, como: