La capacidad para afrontar el calor extremo depende de la fortaleza del sistema nervioso central. En los niños no está plenamente desarrollado y, en los adultos de más de 65 años, comienza a deteriorarse. Por ende, “estos dos grupos etarios son poblaciones frágiles y tienen menos capacidad de adaptación, en especial, aquellos ancianos que carecen de una red de apoyo o que están física o mentalmente inhabilitados”, indica el doctor Jacob Yumha, geriatra de Clínica Alemana.
El impacto de las altas temperaturas es un abanico extenso y variado. El doctor Yumha explica que puede ir desde un mínimo decaimiento y sensación de agotamiento fácil, al realizar esfuerzos habituales; hasta la fatiga persistente, desorientación, confusión y caídas. “Incluso, en estados tardíos puede haber fiebre, compromiso de conciencia y convulsiones. Situación que, en casos muy extremos, puede llegar a amenazar la vida del adulto mayor”, acota el geriatra.
Síntomas a evaluar frente a una ola de calor
Si en el curso de una ola de calor un adulto mayor (en especial los frágiles) se observa algo decaído, se alimenta peor de lo habitual, es bueno que se mantenga en contacto con su médico y su equipo de salud que dejará recomendaciones específicas y seguirá estrechamente su evolución.
Por tanto, se recomienda una revisión de las condiciones de seguridad ambiental del domicilio.
En caso de que, aun aplicando las medidas que se recomiendan, persiste su decaimiento o se agrava -inicia fiebre o está somnoliento y no responde-, debe ser llevado a un servicio de urgencia cercano para evaluación.
Cuidados especiales en adultos mayores enfermos
Es importante considerar que todas las patologías crónicas -y sus tratamientos- son fundamentales para mantener la salud de los pacientes. Sin embargo, algunas los exponen a mayor riesgo, tal es el caso de las demencias (por su incapacidad para comunicar sus molestias), las enfermedades neoplásicas (cáncer y sus tratamientos), las enfermedades del corazón o diabetes, y los pacientes con trastornos de movimiento (accidente vascular o parkinson).
“Dentro de los tratamientos -explica el geriatra-, los diuréticos (medicamentos que aumentan la eliminación de líquidos a través de la orina) deben ser evaluados en forma estrecha porque su dosificación puede requerir ajuste. También, algunos tratamientos de la esfera psiquiátrica deben ser monitorizados”.
¿Cómo mantener una adecuada hidratación?
El agua es un excelente medio para amortiguar el efecto que tiene el alza de la temperatura ambiental. Una ingesta frecuente a pequeños sorbos, asistida o no, que permita una eliminación de orina clara, es una forma económica y eficaz de protegerse ante este evento.