Las vacunas salvan millones de vidas cada año. Sin embargo, es natural que muchas personas tengan inquietudes o incluso temores sobre sus posibles efectos. Como padres, uno de nuestros mayores miedos es causarles algún daño a nuestros hijos, y en un entorno donde circula tanta información (y desinformación) es comprensible que surjan dudas.
En los últimos años, las redes sociales han amplificado contenidos falsos sobre vacunas, muchas veces difundidos por personas sin formación médica o con intereses personales.
En este artículo te entregamos información clara, actualizada y basada en evidencia científica, para que puedas tomar decisiones informadas y cuidar tu salud y la de tu familia con tranquilidad.
Las vacunas estimulan el sistema inmune de forma segura y controlada. Introducen en el cuerpo una versión inactiva, debilitada o fragmentada de un virus o bacteria, que no provoca la enfermedad, pero sí permite que el organismo reconozca ese agente y genere defensas (anticuerpos) duraderas.
Gracias a este mecanismo, si más adelante la persona se expone al virus real, su cuerpo estará preparado para defenderse y evitar la enfermedad o sus formas graves.
Son una de las herramientas más seguras y efectivas que ha desarrollado la medicina. De hecho, junto con el agua potable, han sido las intervenciones de salud pública que más vidas han salvado en el mundo.
No vacunar a nuestros hijos los expone a enfermedades graves que pueden dejar secuelas importantes e incluso provocar la muerte, en casos extremos.
Además, es importante aclarar que las vacunas no contienen metales pesados ni sustancias dañinas. Todos sus componentes han sido cuidadosamente evaluados y aprobados por autoridades sanitarias internacionales. Son medicamentos seguros, cuya eficacia y seguridad han sido comprobadas en millones de personas alrededor del mundo.
Antes de que una vacuna sea aprobada, debe superar estrictas etapas de evaluación. En Chile, este proceso es liderado por el Instituto de Salud Pública (ISP), en conjunto con el Ministerio de Salud y el Comité Asesor en Vacunas e Inmunizaciones (CAVEI), un grupo independiente de expertos. A nivel global, intervienen agencias reconocidas como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la FDA (Estados Unidos) y la EMA (Unión Europea).
Las vacunas se testean primero en laboratorio y luego en animales. Posteriormente, se aplican en grupos humanos cada vez más grandes, bajo estricta vigilancia. Y una vez aprobadas, su uso sigue siendo monitoreado a través de sistemas internacionales de farmacovigilancia, lo que garantiza su seguridad a lo largo del tiempo.
No. Las vacunas no generan efectos adversos a largo plazo. Este tema ha sido ampliamente investigado por equipos científicos de distintos países, a lo largo de los años, y no se ha encontrado ninguna evidencia. Vacunarse es una decisión segura y fundamental para proteger tu salud y la de quienes te rodean.
No existe relación entre las vacunas y el autismo o la infertilidad. Uno de los estudios más amplios, realizado en Dinamarca con más de 650.000 niños, descartó cualquier vínculo entre vacunas y autismo. Otro estudio, que analizó datos de 1.3 millones de niños en Reino Unido, Japón y Dinamarca, llegó a la misma conclusión.
En cuanto a la fertilidad, un metaanálisis que incluyó 29 estudios sobre vacunas COVID-19 no encontró ninguna relación entre la vacunación y problemas de fertilidad.
¿Aún tienes dudas sobre las vacunas? Contamos con un equipo especializado para entregarte asesoría en vacunas pediátricas disponible para responder tus preguntas y acompañarte en este proceso. Y si necesitas vacunarte tú o algún miembro de tu familia, puedes agendar una hora en nuestro vacunatorio.