Guía de primeros auxilios para situaciones comunes
05/12/2025
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Siempre es importante saber qué hacer en casos de emergencias como quemaduras, heridas, esguinces, entre otros accidentes comunes. A continuación, te explicamos cómo actuar ante estas situaciones, que pueden ser más frecuentes durante las vacaciones y que muchas veces podemos resolver en el hogar.
Quemaduras
Si es por líquidos, sol o fricción en alguna parte del cuerpo, te recomendamos:
Mantener la calma y tranquilizar a la persona afectada.
Retirar anillos, relojes, pulseras, cadenas o cualquier otro elemento con cuidado, ya que al producirse edema (hinchazón) del área afectada puede comprometer la circulación de la sangre local y causar un daño adicional.
Aplicar compresas de agua fría sobre la lesión o poner la zona comprometida bajo un chorro de agua fría suave, por lo menos durante 10 minutos. Es importante que no uses hielo sobre la zona quemada.
Cubrir la zona afectada con apósitos estériles que tengas en tu botiquín o paños muy limpios (sábanas o fundas de almohadas) humedecidos solo con agua fría. Nunca cubrir con algodón.
En quemaduras de pies o manos separar cada dedo con una gasa húmeda antes de poner la venda.
Si hay quemaduras en la cara o cuello, debes recostar a la persona afectada y colocar una almohada o cojín bajo sus hombros para facilitar la respiración.
Ir al servicio de urgencias más cercano.
En caso de quemaduras solares, debes retirar al afectado del sol inmediatamente, refrescar la piel con compresas frías o baños de agua fresca, y administrar analgésicos como paracetamol o ibuprofeno para el dolor.
Es fundamental una hidratación abundante y aplicar cremas hidratantes o gel de aloe vera, sin romper las ampollas. Recuerda que quien tiene la emergencia debe estar fuera del sol hasta que la piel esté curada, y nunca pinchar ni romper las ampollas.
Evita aplicar cremas, pomadas u otros productos, como crema dental, mantequilla. No intentes quitar la ropa, especialmente si está adherida a la piel. solo retírala en caso de que esté impregnada de productos químicos o hirvientes.
Heridas simples
Estas lesiones en la piel, por lo general son superficiales y no afectan tejidos más profundos como la grasa, músculos, nervios o huesos. Suelen presentarse como cortes, raspones o arañazos, con poco sangrado y sin exposición de otros tejidos. Por eso, son fáciles de tratar si sigues estos pasos:
Lavar tus manos y deja correr abundante agua sobre la herida.
Limpiar con jabón neutro la piel que la rodea.
Eliminar cuerpos extraños como piedrecillas, tierra, astillas y otros que no estén incrustados con cuidado.
Aplicar antiséptico en los bordes de la herida (puede ser alcohol o cremas como dermabiótico).
Cubrir la herida con gasa o apósito estéril (nunca uses algodón) y fíjalo con tela adhesiva o una venda.
Golpes y hematomas
Son lesiones comunes causadas por impactos directos en el cuerpo con otros objetos o elementos. Aunque suelen ser leves, es importante tratarlas adecuadamente para evitar complicaciones, como:
Colocar hielo en la zona afectada, a lo menos durante 10 minutos.
Si además hay heridas, lava con agua corriente.
Si el dolor persiste y es intenso o el hematoma crece progresivamente, acude inmediatamente a un servicio de urgencia.
Sangrado nasal
Puede tener diversas causas (golpes, rinitis alérgica, hurgueteo) y, en su mayoría, son leves y se detienen con acciones sencillas, como:
Sentar a la persona con la cabeza levemente inclinada hacia adelante, presionando el lado de la nariz que está sangrando durante 10 a 15 minutos.
Colocar una bolsa de hielo en la frente o puente nasal y pedirle que respire por la boca.
Una vez que el sangrado se detiene, puedes aplicar vaselina o crema humectante para hidratar las fosas nasales.
Evitar actividades que puedan causar sangrad, como sonarse la nariz, no te hurgues la nariz, ni levantes objetos pesados en las horas posteriores al sangrado.
Si el sangrado no se detiene con estas medidas y persiste por más de 20 minutos, debes acudir al servicio de urgencias.
Esguinces y fracturas
Ambas lesiones requieren atención médica para indicar el tratamiento más adecuado y así evitar complicaciones, asegurando una correcta recuperación. Por eso, si sufres un esguince o fractura, debes tener presente:
Calmar el dolor con frío local (bolsa de hielo), envuelta en una toalla o paño para evitar el contacto directo con la piel.
Buscar una posición que resulte cómoda para el afectado y le ayude a disminuir el dolor
Retirar objetos como anillos, pulseras u otro objeto, antes de que se produzca inflamación de la zona.
Inmovilizar la extremidad con una férula o cartón en la misma posición que se encuentre, luego debes elevarla levemente para favorecer la circulación.
Cubrir con gasa estéril en caso de existir heridas.
Trasladar al afectado al servicio de urgencia más cercano.
Cuando no se está seguro si la lesión se trata de un esguince o fractura te recomendamos se sugiere asumir que es una fractura y consultar con un médico para el correcto diagnóstico y manejo.
Saber cómo actuar ante estas emergencias puede marcar la diferencia. Con conocimientos básicos de primeros auxilios como los que te explicamos anteriormente, puedes disfrutar con más tranquilidad de tus vacaciones. Y recuerda, ante cualquier duda, puedes consultar con unos de nuestros especialistas por TeleUrgencia, ¡te estaremos esperando para ayudarte!
