Artículo realizado en colaboración con el equipo de Traumatología y Ortopedia.
El reemplazo articular ha evolucionado significativamente en los últimos años gracias a la incorporación de nuevas tecnologías. En el caso específico de la cirugía de rodilla, la cirugía asistida por robot y la planificación digital han permitido mejorar la precisión en la colocación de prótesis, ofreciendo a los pacientes una mayor seguridad y mejores resultados a largo plazo.
En este artículo, te contamos cómo estos avances están transformando el reemplazo articular de rodilla y qué impacto tienen en la recuperación y durabilidad de los implantes.
Este tipo de cirugía no implica que un robot realice la operación de manera autónoma. Se trata de una herramienta de alta tecnología que asiste a nuestros cirujanos en la planificación y ejecución del procedimiento, permitiendo realizar cortes con una precisión milimétrica.
Para ello, en lugar de las radiografías convencionales, utilizamos una tomografía computarizada, que ayuda a determinar el tamaño exacto de la prótesis y la alineación ideal para cada paciente.
Si bien la cirugía robótica facilita el procedimiento, las prótesis utilizadas siguen siendo las mismas que en la cirugía convencional. Su principal ventaja es la mayor exactitud en la colocación, lo que puede traducirse en una mejor funcionalidad y una recuperación más predecible.
Desde el punto de vista médico, estas cirugías son recomendables para prótesis parciales (unicompartimental) y totales de rodilla, siempre que sean procedimientos primarios, es decir, no cirugías de revisión.
Uno de los aspectos más importantes en el reemplazo articular es la vida útil de las prótesis. Actualmente, más del 90% de los implantes tienen una sobrevida mayor a 20 años, siempre que se sigan ciertos cuidados.
Eso sí, para optimizar su duración, los pacientes deben mantener un peso adecuado, fortalecer la musculatura de la rodilla y realizar controles clínicos y radiográficos periódicos.
A diferencia de lo que ocurre en otras especialidades, en la cirugía de reemplazo de rodilla no se emplean técnicas mínimamente invasivas. En su lugar, el enfoque de rehabilitación se basa en una combinación de analgesia multimodal y kinesioterapia motora precoz.
Estas estrategias buscan reducir el dolor postoperatorio y mejorar la movilidad lo antes posible, favoreciendo una recuperación más rápida.
Si sufres de artrosis de rodilla severa y experimentas dolor diario, la mejor opción es el reemplazo articular. Las alternativas no quirúrgicas, como el manejo del peso y la mejora de la musculatura, junto con infiltraciones articulares, son recomendadas para casos de artrosis leve o moderada.
Para quienes no son candidatos a cirugía, existen opciones como la radioablación de nervios geniculares y la embolización selectiva de arterias geniculares. Estas alternativas pueden ser útiles para aliviar el dolor en personas con alto riesgo quirúrgico, ofreciendo una opción para mejorar la calidad de vida sin necesidad de cirugía.
El avance de la tecnología ha permitido mejorar la precisión y personalización de las cirugías de reemplazo articular, brindando a nuestros pacientes mejores resultados y una mayor seguridad. A medida que la cirugía asistida por robot y otros tratamientos innovadores se sigan implementando, el futuro de la ortopedia promete seguir evolucionando en beneficio de la calidad de vida de las personas.