¿Tu hijo suda más de lo normal incluso sin hacer actividad física? La transpiración excesiva en niños es más común de lo que parece y, aunque muchas veces no es grave, es importante saber cuándo puede ser señal de algo más. No debemos olvidar que el sudor es la respuesta propia de los mamíferos para el control de la temperatura.
¿Qué es la hiperhidrosis infantil?
La hiperhidrosis es un aumento anormal en la cantidad de sudor que produce el cuerpo, incluso en reposo o en climas templados. Suele presentarse desde edades muy tempranas y puede afectar diversas zonas del cuerpo, como:
El sudor en cantidades normales nos ayuda a regular la temperatura corporal. Sin embargo, es importante consultar con un médico si observas:
- Sudoración nocturna sin fiebre, repetitiva y sin causa aparente.
- Ropa mojada constantemente, incluso en climas fríos.
- Olor corporal imprevisto, que puede ser por la descomposición del sudor por las bacterias de la piel, y podría indicar otras causas como adrenarquia o pubertad precoz.
- Cambios en la piel o infecciones cutáneas.
- Aislamiento social o molestias por la sudoración.
- Fiebre sin causa o foco aparente.
- Fatiga y/o bajada de peso.
- Cambios en las actividades habituales por sudoración, ya sea en deportes o que sea tan invalidante como por ejemplo, que no le permita tomar bien el lápiz.
En estos casos, te recomendamos acudir con tu pediatra para conversar los síntomas y contar con un diagnóstico.
¿Por qué algunos niños transpiran más?
La transpiración está asociada a distintas causas, como:
- Factores genéticos.
- Estrés o ansiedad.
- Temperatura corporal elevada.
- Enfermedades o condiciones asociadas.
- Efectos secundarios de medicamentos.
- Ejercicio.
Consejos para padres
- Hidratar y cuidar en forma adecuada la piel de tu hijo.
- Preferir ropa de algodón y transpirable, y cambiarla si está húmeda.
- Evitar el sobreabrigo, especialmente por la noche.
- Fomentar una buena higiene.
- Evitar alimentos picantes o estimulantes.
Tratamientos
El manejo de la hiperhidrosis depende de su tipo, localización, contexto, duración (más de 6 meses) y gravedad. El tratamiento debe ser conversado con un especialista, ya que son diferentes para cada niño. Algunos de ellos son:
- Antitranspirantes adecuados a la edad sin agentes irritantes o disruptores hormonales y, cuya función es bloquear las glándulas sudoríparas.
- Fármacos orales o tópicos en cuadros más intensos.
- Toxina botulínica, también conocida como botox, aplicada en zonas específicas como axilas, palmas o pies.
- Iontoforesis, tratamiento con corriente eléctrica para la hiperhidrosis palmar o plantar.
- Cirugía en casos extremos, donde se considera la simpatectomía torácica.
¿Tu hijo tiene sudoración excesiva? Te recomendamos consultar con un pediatría por Telemedicina para aclarar todas tus dudas.