El dolor de cabeza, también llamado cefalea es una condición que hemos sufrido casi todos y los niños y adolescentes no son la excepción a la regla. Se trata de un importante problema de salud pública y se presenta como uno de los síntomas más frecuentes de consulta pediátrica general y en neurología.
“Existen causas primarias y secundarias, lo que plantea grandes dificultades entre los profesionales que la tratan, dada la necesidad de hacer un diagnóstico diferencial entre un proceso orgánico o de una enfermedad funcional”, explica la doctora Jovanka Pavlov, neuróloga infantil de Clínica Alemana.
La migraña es la cefalea primaria más estudiada. Esta enfermedad se produce por un mecanismo neurológico y vascular. Cuando los vasos sanguíneos internos y externos del cerebro se contraen y luego se dilatan, ocurre el dolor de cabeza. Habitualmente, es de tipo cíclico y los pacientes lo describen como un dolor intenso que aparece en forma brusca y es lo suficientemente fuerte como para que abandonen sus actividades.
En ocasiones, el dolor de cabeza se manifiesta de forma tan violenta o prolongada que los pacientes acuden al Servicio de Urgencia. Salvo que haya otros síntomas importantes, esta molestia no es un motivo de alarma, pero sí se debe poner atención.
De acuerdo con la especialista, en más del 80% de los casos existen antecedentes familiares directos de los padres o abuelos.
Asimismo, la especialista explica que la prevalencia de la migraña en el escolar es de alrededor de un 2% y en el adolescente, particularmente del sexo femenino, puede llegar a un 16%.
“Esta
enfermedad se puede asociar con niños que tienen un buen rendimiento escolar, y una personalidad perfeccionista y competitiva”, explica.
Entre los múltiples factores que pueden producir una migraña se encuentra la alimentación. Y es que, cuando un alimento se suma a otras causas como el estrés o falta de sueño y ejercicio; puede terminar desencadenando el dolor de cabeza en niños y adolescentes.
Según la experta, “cada persona debe identificar cuáles son los alimentos que le gatillan dolores de cabeza”, pero entre los más habituales se encuentran:
Sin embargo, no necesariamente todos ellos causan dolores de cabeza a todos los pacientes. Por esto, puedes seguir las siguientes recomendaciones de la Fundación Americana de Migraña para identificarlos:
“Es fundamental educar a toda edad sobre la importancia de una alimentación saludable que incluya consumo de agua, frutas y verduras y otorgue todos los nutrientes necesarios para un correcto desarrollo neurológico y biológico”, dice.
En primer lugar, es importante realizar un buen diagnóstico del dolor de cabeza. Para esto se deben considerar los siguientes aspectos:
Además, si el niño presenta otros síntomas como los que se detallan a continuación, se debe buscar atención médica a la brevedad:
Cuando hay una historia clínica bien relatada y bien escuchada, y un examen físico neurológico, para excluir signos de lesión cerebral, se puede hacer el diagnóstico. No se requiere pruebas de otro tipo.
“Solo cuando los síntomas son de mucha intensidad, afectan la vida diaria del niño o se sospecha un déficit neurológico, se realiza un escáner (TAC) o una resonancia nuclear magnética de cerebro
para descartar una patología orgánica”, dice la doctora Pavlov.
En caso de cefaleas aisladas, el tratamiento a seguir es proveer un buen descanso, hidratación y utilizar analgésicos adecuados para
la edad (paracetamol, ibuprofeno). Cuando son más frecuentes se indican medicamentos preventivos para, posteriormente, evaluar los resultados en conjunto con el médico tratante.
Recuerda que es sumamente importante consultar con un especialista cuando se trata de dolores de cabeza más frecuentes y no dar fármacos a tus hijos sin indicación médica.