Artículo realizado en colaboración con el equipo de Traumatología y ortopedia.
El fútbol es un deporte que nos conecta con el movimiento, la competencia sana y el trabajo en equipo. Sin embargo, puede dejarte fuera de juego si no te cuidas bien.
El porcentaje de lesiones en este deporte es alto, tanto en profesionales como en aficionados. Esto se debe a que tiene mucho impacto, con cambios de dirección, saltos, choques y movimientos rápidos que pueden sobrecargar músculos y articulaciones.
Los problemas físicos más comunes incluyen:
Esguinces de tobillo o rodilla.
Contusiones por golpes.
Torceduras.
Lesiones en meniscos o ligamentos.
Muchas de ella se pueden evitar con una preparación física adecuada y ciertos cuidados antes, durante y después de jugar.
Hacer un calentamiento previo no solo mejora el rendimiento, también ayuda a cuidar los músculos y articulaciones. Las fases de esta activación progresiva del cuerpo son:
1. Activación general: aumenta la temperatura corporal y activa el sistema cardiovascular con trote suave, desplazamientos y saltos cortos. Es el primer paso para entrar en movimiento de forma segura.
2. Movilidad articular: prepara las principales articulaciones con movimientos amplios y controlados. Así se protegen los grupos musculares más exigidos en el fútbol.
3. Calentamiento específico o de ajuste: se integran movimientos dinámicos y ejercicios de estiramiento. Esto activa los músculos sin perder velocidad, y prepara el cuerpo para el juego, lo que mejora tu condición física y ayuda a reducir el riesgo de torceduras, desgarros y sobrecargas.
Algunos de estos ejercicios son:
Zancadas en movimiento.
Skipping con estiramiento de brazos.
Flexiones dinámicas de tronco.
Balanceo de piernas al frente y hacia los lados.
Estos estiramientos mejoran tu condición física, protegen tus articulaciones y evitan tirones musculares.
Si te torciste el tobillo, sientes dolor fuerte o no puedes apoyar el pie, lo mejor es parar inmediatamente y seguir estas recomendaciones:
Aplicar hielo por 15 a 20 minutos (envuelto en un paño).
Elevar la zona lesionada para bajar la inflamación.
No seguir jugando ni forzar la zona.
Acudir de forma inmediata a Urgencia si el dolor persiste o hay mucha hinchazón. Recuerda que un diagnóstico a tiempo puede evitar complicaciones y acortar el tiempo de recuperación.
Si tienes partidos o entrenamientos todas las semanas, es importante cuidar tu cuerpo más allá del calentamiento. Algunas medidas de prevención son:
Realizar actividad física constante entre partidos.
Incluir entrenamiento de fuerza para proteger articulaciones y de ejercicios de equilibrio y propiocepción.
Usar calzado adecuado para la superficie donde juegas.
Descansar lo suficiente entre sesiones de entrenamiento.
Hidratarte y alimentarte bien.
Mantener una rutina que combine cardio, estabilidad y ejercicios de acondicionamiento físico de fútbol, enfocados en desplazamientos, fuerza funcional y coordinación.
¿Practicas fútbol u otras actividades deportivas? Puedes reservar una hora con un especialista de Traumatología y ortopedia para prevenir o tratar lesiones físicas, recuerda la importancia de preparar y cuidar tu cuerpo para disfrutar de este deporte sin interrupciones.